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Ciudad de Panamá, Panamá/A partir de las 9:00 a.m. de este domingo 16 de noviembre se reanudó, por cuarto día consecutivo, la audiencia de control de garantías contra 60 personas investigadas por presuntos delitos relacionados con drogas en el marco de las operaciones “Eros” y “Colibrí”.
En esta sesión se tiene previsto abordar la aplicación de medidas cautelares. Esto tras ser vinculados a la red de tráfico internacional de drogas que operaba desde el Aeropuerto Internacional de Tocumen y diversos puertos del país.
Durante la jornada del sábado en la Sala N.º 1 de la Oficina Judicial del Primer Circuito Judicial, en Plaza Ágora, se expusieron nuevos detalles sobre la estructura y el funcionamiento de la presunta red criminal.
Aunque la audiencia estaba programada para iniciar a las 9:30 a.m., comenzó pasadas las 11:00 a.m. y se extendió hasta las 7:28 p.m., lapso en el que el Ministerio Público sustentó la formulación de imputación de cargos a 24 de los investigados, según informó el Órgano Judicial.
Uno de los señalamientos más relevantes fue la identificación de Edie Gálvez como presunto cabecilla del grupo. Según el fiscal de drogas Julio Campines, Gálvez organizaba reuniones para coordinar el traslado de sustancias ilícitas, asignaba tareas a varios miembros de la red, entre otras tareas de mando.
Los encuentros se realizaban en hoteles ubicados en el sector este de la capital y en dos barriadas localizadas en el distrito de San Miguelito. A su vez, se le vincula con dos decomisos efectuados en enero y febrero de 2023.
La Fiscalía también reveló la existencia de un subgrupo dedicado a la sustracción de drogas —conocido como "tumbes"— que hurtaban cargamentos a otras organizaciones criminales que introducían droga desde Colombia. Este grupo utilizaba armas de fuego para amenazar e intimidar a competidores, y estaría relacionado con un tumbe de varios kilos de droga registrado en Pedregal.
Por otra parte, también se señaló a otro integrante de la red que fungía como encargado de efectuar los pagos por las distintas tareas que se realizaban dentro de la operación criminal. Según la investigación, las remuneraciones oscilaban entre los 500 y 1,000 dólares por labores como vigilancia, entrega de combustible, transporte de cargamentos, entre otras.
Las autoridades detallaron además que la droga ingresaba al país a través de las costas de Chepo y Coclé, y que el corregimiento de Pedregal funcionaba como punto de acopio y almacenamiento de las sustancias ilícitas. Posteriormente, los cargamentos eran trasladados hasta el Aeropuerto Internacional de Tocumen para su salida hacia el exterior.
Para la noche del viernes se informó sobre la legalización de la aprehensión de 59 de las 60 personas detenidas en las operaciones Eros y Colibrí. Solo a uno de los aprehendidos no se le validó la detención debido a que se trató de un caso excepcional, en el que no se otorgó el control posterior correspondiente.
Tras la legalización de la aprehensión, el Ministerio Público debía presentar la formulación de imputación y solicitar las respectivas medidas cautelares, por lo que se tenía previsto que el proceso se extendiera por varios días.
Durante la diligencia del viernes se dieron detalles del alcance internacional de esta red que utilizaba rutas aéreas y marítimas, maletas alteradas en aeropuertos y puntos estratégicos en el Caribe y el Pacífico panameño para traficar cocaína hacia Europa.
Según expuso la Fiscalía, la investigación comenzó el 4 de enero de 2023, cuando se empezó a dar seguimiento a un grupo presuntamente dedicado al tráfico internacional de drogas.
El Ministerio Público detalló que la organización utilizaba las costas del Caribe, así como puertos del Pacífico, para introducir y mover cargamentos de droga.
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Uno de los métodos más llamativos era la manipulación de colillas de equipaje en el Aeropuerto Internacional de Tocumen: reemplazaban etiquetas de maletas de pasajeros para colocarlas en equipajes que contenían cocaína y que luego eran enviadas como si fueran parte del equipaje regular de vuelo.
En la audiencia se mencionó uno de los 26 eventos investigados: una maleta que llegó al Aeropuerto de Barajas, en Madrid, donde las autoridades españolas detectaron 28 kilos de cocaína.
Además, se mencionaron otros hechos vinculados a la red, entre ellos interceptaciones de droga, incautaciones de dinero, compras, tumbes y trasiegos dentro del territorio panameño, todos con el objetivo de enviar la droga al continente europeo.
Cabe señalar que más de 65 fiscales y 500 agentes participaron en el operativo nacional, que abarcó Panamá Este, Panamá Oeste y Veraguas.