Bajo la Lupa: Cárceles panameñas, una bomba de tiempo
Un sistema carcelario a punto de colapsar, pésimas condiciones para vivir ypara recibir atención médica, procesos estancados y el ingreso de armas y drogas a los penales es la realidad de las 23 cárceles que existen en el país.
Cárceles a su máxima capacidad, donde las denuncias de violación de los derechos humanos son constantes, al igual que el hacinamiento que existe, no es nuevo, es un tema que ha estado Bajo la Lupa desde gobiernos anteriores, pero lejos de disminuir va en aumento.
La joya y La joyita son los centros penitenciarioscon el nivel más alto de hacinamiento en el país, albergan a 10 mil privados de libertad, pero su capacidad real es para 4 mil.
La población penitenciaria actual es de 15,776 detenidos a nivel nacional de esos 14, 711 son hombres y 1,065 mujeres.
Según estadísticas del Sistema Penitenciario, 9,880, es decir más del 60% de detenidos, aún esperan que se resuelvan sus procesos y solo 5, 896 están condenados esto equivale a solo el 37 %.
La mayoría de los detenidos están a órdenes del Ministerio Público son 6, 398 que representan el 40%, otros 2,849 están órdenes del Órgano Judicial, esto equivale al 18%, mientras que 633 detenidos tienen sus procesos en corregidurías y juzgados nocturnos.
En Panamá, aproximadamente, dos de cada tres detenidos no han sido condenados. El presidente de la Corte Suprema, José Ayú Prado, reveló que pronto se habilitarán nuevas salas de audiencias para atender estos casos.
Armas en los penales
El ingreso de armas y drogas enlos penales es otro de los problemas más comunes donde abiertamente las autoridades le han declarado la guerra a los pandilleros que están presos, pero aun así se continúan dando balaceras y algunos asesinatos.
Uno de los casosque quedó al descubierto fue el ocurrido en la cárcel de Nueva Esperanza, en Colón, donde se hizo una requisa y se encontraron armas de todo tipo.
Ante estos hechos las autoridades reconocen que hay custodios, policías, familiares y abogados implicados.
La falta de atención médica es otro gran problema, existen 17 clínicas penitenciarias que son atendidas solamente por 19 médicos para 23 cárceles, es decir, a cada doctor le correspondería atender a 830 pacientes, debido al alto porcentaje de detenidos.
Las enfermedades más comunes en la población penitenciaria son: hipertensión arterial, diabetes, enfermedades respiratorias y enfermedades de la piel, y además se han registrado 199 casos de VIH.
La tuberculosis es una de las enfermedades que más preocupación causa porque es altamente contagiosa. Para el mes de marzo, las detenidas de la Cárcel de Mujeres realizaron protestas.
En lo que va del año se han reportado 37 casos de tuberculosis en todos los centros carcelarios.Los detenidos también sufren porque no hay suficientes insumos y las clínicas están en malas condiciones.
Además,se han dado muertes de detenidos por la demora en el traslado a los hospitales. Hay más riesgo cuando los casos de urgencia ocurren en la madrugada.
La construcción de la Gran Joya podría ayudar a disminuir el hacinamiento, pero probablemente no será la solución al problema.
El Gobierno actual espera terminar la construcción de varias cárceles y bajar la mora judicial. También propone que se busquen otras opciones para sancionar a los que cometan delitos menores y no se sigan enviando a más personas a los penales porque ya no hay espacio para albergarlos.
Con información de Hellen Concepción