Hasta $9,000 de multa podrían recibir las personas por interferir con tortugas marinas, advierte MiAmbiente
Multas de hasta 9,000 dólares le esperan a quienes interfieran con el proceso natural de anidación de estas especies amenazadas.
Ciudad de Panamá, Panamá/Un video que se hizo viral en redes sociales durante las últimas semanas encendió las alarmas del Ministerio de Ambiente (MiAmbiente) y motivó el lanzamiento de una campaña nacional para la protección y conservación de tortugas marinas.
Las imágenes mostraban a un hombre colocando tortugas recién nacidas en una vasija plástica, interrumpiendo el proceso natural que estas especies deben seguir tras salir del huevo.
Marino Abrego, director encargado de la Dirección de Costas y Mares de MiAmbiente, confirmó que la institución recibió la denuncia de primera mano y que este tipo de acciones están totalmente prohibidas por la ley panameña.
"Toda persona que sea sorprendida asediando, molestando o cerrándole el paso a las tortugas van a ser castigadas con infracciones de alto valor", advirtió Ábrego, recordando que el titular de la cartera, Juan Carlos Navarro, anunció multas de hasta 9.000 dólares para quienes incumplan estas normativas.
Te podría interesar: ¡Mentes brillantes! Los ganadores del campeonato mundial del cálculo mental llegan a Panamá
Se pudo conocer que, aunque el hombre protagonista del caso alegó que su intención era proteger a las tortugas de los depredadores, los expertos explican por qué esta intervención resulta perjudicial para las especies.
"Una vez que las tortugas eclosionan del nido, se deben dirigir al mar para hacer el proceso de impronta, que es el reconocimiento del sitio o área de anidación", explicó Ábrego. Este proceso involucra varios factores olfativos, auditivos e incluso características del terreno que las tortugas necesitan memorizar para poder regresar décadas después a reproducirse.
Tras llegar al mar, las tortugas siguen rutas terrestres específicas y se dirigen a diferentes áreas donde permanecen y crecen. "Ese proceso no se debe interrumpir, y en la normativa está establecido que no lo debemos hacer", destacó el funcionario. Panamá alberga cinco especies de tortugas marinas: verde, carey, boba o careta, golfina y baula o laúd. Todas estas especies están incluidas en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) debido a su estado de amenaza.
Cada nido puede contener entre 80 y 150 huevos, dependiendo de la especie. Sin embargo, la supervivencia natural de estas crías es naturalmente baja, lo que hace aún más crítica la protección de los sitios de anidación. El país cuenta con 178 playas identificadas como sitios de anidación: 86 en el Pacífico y 92 en el Caribe. Esta cifra se actualiza de forma constante, dado que cada año se reportan nuevas playas utilizadas por las tortugas.
En la actualidad, funcionan alrededor de 20 proyectos de conservación distribuidos en ambas costas, donde las comunidades locales se organizan en grupos de base comunitaria para proteger estas especies. Ábrego explicó que 15 de estos proyectos mantienen viveros donde reubican los nidos para protegerlos de depredadores y del hurto de huevos.
Entre las playas más importantes del Pacífico se encuentran Isla Caña, Isla La Marinera ubicada en Guánico Abajo, Playa Venao, Playa Cambutal y Playa La Barqueta. En el Caribe destacan Playa Soropta en Bocas del Toro, humedal de San San Pond Sak, Isla Bastimentos y Plana Armila en la comarca de Guna Yala.
Fenómenos únicos en el mundo
Panamá es privilegiado por ser uno de los pocos lugares del mundo donde ocurre el fenómeno de "arribadas". Este espectáculo natural se presenta solo en dos sitios: La Marinera (que será declarada Refugio de Vida Silvestre) e Isla Caña.
Durante las arribadas, más de 100 tortugas anidan de forma simultánea. En La Marinera, este fenómeno se extiende por tres o cuatro días consecutivos, con la llegada de entre 3,000 y 4,000 tortugas.
"Es un espectáculo que muy pocas personas tenemos la dicha de verlo", describió Ábrego, quien destacó que estas concentraciones masivas hacen de Panamá un destino único para la observación de tortugas marinas. Una de las características más fascinantes de las tortugas marinas es su capacidad de regresar al lugar donde nacieron para reproducirse, después de recorrer miles de kilómetros durante décadas.
"La tortuga tiene que hacer su proceso de impronta para reconocer la playa, y cuando ya esté en edad de reproducción, hablemos de 20, 25 o 30 años, ella vuelve a su playa de nacimiento con toda la información que recogió de ese sitio", explicó Ábrego. Los proyectos de investigación utilizan marcas especiales y transmisores satelitales para monitorear estos movimientos. Algunas especies, como la tortuga lora, regresan cada 12 o 13 días durante la temporada de anidación.
La protección de las tortugas marinas está respaldada por un sólido marco jurídico. La Ley 278 del 22 de febrero, conocida como Ley de Protección de los Derechos de la Naturaleza, y el artículo 29 de la Ley 371 del 1 de marzo de 2023, otorgan derechos específicos a estas especies.
Además de prohibir el maltrato directo, la normativa prohíbe el tránsito de vehículos 4x4 o cualquier tipo de vehículo en las playas de anidación. También está terminantemente prohibido el consumo de tortugas marinas y la comercialización de sus huevos. MiAmbiente mantiene un monitoreo en casi todos los sitios de anidación a nivel nacional, trabajando de la mano con las comunidades locales para garantizar el manejo sostenible de este recurso natural. "Es importante que contribuyamos a que estas especies no desaparezcan", concluyó Ábrego.