Onda Kelvin, la 'mamá' de El Niño mantiene temperaturas cálidas ¿Qué significa?

La consolidación del fenómeno de El Niño preocupa al mundo que, recuerda como algunos de estos eventos ha dejado resultados dramáticos como fuertes sequías, grandes inundaciones y tragedia debido a los efectos en la superficie terrestre.

Este fenómeno se forma a raíz del calentamiento del océano pacífico orientan ecuatorial, al converger una serie de situaciones climatológicas como el cambio de temperatura de las ondas Kelvin, las cuales son monitoreadas para prever el comportamiento de las lluvias y precipitaciones.

La madre del El Niño

Las ondas Kelvin están estrechamente relacionadas con el nacimiento del fenómeno de El Niño, pues, cuando se debilitan los vientos alisios en varias zonas del pacífico ecuatorial, se generan estas ondas con temperaturas cálidas.

Para la subdirectora del Instituto de Meteorología e Hidrología de Panamá (IMHPA), Berta Olmedo, estas son las “las mamás del fenómeno de El Niño”.

“En los primeros 300 metros de profundidad del océano se producen unas mangueras de agua, que se ven muy definidas en los mapas de temperatura de estas capas porque el océano desde hace unos dos o tres meses mantiene una onda Kelvin cálida”, indicó.

Explicó que, si la onda Kelvin mantiene la temperatura cálida, cuando esté llegando a las costas de Suramérica y Centroamérica, va a ir emergiendo a la superficie manteniendo las capas superficiales del océano cálidas.

“Ellas son el motor que mantiene el calor en las aguas superficiales para que se genere el fenómeno de El Niño”, expresó Olmedo.

Las ondas Kelvin, son conocidas como las precursoras del fenómeno, y han sido visualizadas antes de la formación de estos eventos, por eso se les relaciona estrechamente.

Entonces, de mantenerse la situación actual, y la onda Kelvin sigue emergiendo, existen grandes posibilidades que se desarrolle el fenómeno de El Niño en los próximos meses.

Este evento climatológico en el pacífico panameño ha tenido como consecuencia sequías severas y en el Caribe fuertes lluvias, afectando la producción agrícola.

Uno de los fenómenos de El Niño que golpeó más fuerte a Panamá fue el de 1997-1998. Según datos del IMHPA, en aquel entonces, la falta de lluvia provocó pérdidas millonarias en el sector agropecuario, los rubros más afectados fueron el arroz mecanizado, el melón y el ñame. Las pérdidas económicas alcanzaron los 13 millones 455 mil 68 dólares.

Pero, también se tuvo que tomar la decisión de realizar apagones programados por las afectaciones en los embalses de fortuna y bayano.

Panamá ya declaró el estado de emergencia ambiental por sequía, con el objetivo de apoyar a los productores a enfrentar las consecuencias de la crisis climatológica que atraviesa el planeta.