Panamá ejecuta proyectos de reproducción de ranas para evitar su extinción
En Panamá existen aproximadamente unas 400 especies de anfibios, cerca de un tercio han sido amenazadas y desaparecido por diferentes situaciones, llámese hongo, deforestación y extracción ilegal del animal.
Existen iniciativas que velan por la preservación de la vida silvestre. Ejemplo de ello es el Proyecto de Rescate y Conservación de Anfibios de Panamá (PARC, por sus siglas en inglés), centro especializado en la reproducción de esos animales.
Roberto Ibáñez, director local del proyecto, indicó que la iniciativa se desarrolla desde el año 2019 debido a la creciente pérdida de ranas en el territorio nacional.
En el centro, ubicado en Gamboa, tienen en cautiverio 12 especies de anfibios, específicamente ranas Atelopus varius y Atelopus zeteki, las cuales suman unas 2 mil, además que existen en crecimiento, un sinnúmero de renacuajos.
Como parte del plan, se han realizado expediciones a campo en diversos puntos del país a fin de ubicar ranas que están en riesgo de extinción. Para iniciar con el proceso de reproducción se tiene la meta encontrar al menos 20 pares (macho y hembra) para de esta manera garantizar el pie de cría.
Al momento de recolectar las ranas, se les mantiene en condiciones estrictas de confinamiento por 30 días.
Aquellas que están infectadas se tratan con baños antifúngicos. Una vez se verifica que estas cuentan con buena salud, se trasladan al centro de cría.
Nuestra población cautiva es manejada cuidadosamente para evitar la endogamia, al no cruzar parientes cercanos. El aprender sobre la historia natural de las ranas nos ayuda a encontrar formas de estimular su reproducción”, destaca Ibáñez.
También se han ejecutado tratamientos hormonales para ayudar a las ranas a reproducirse y congelar células vivas en caso que se necesite en el futuro.
Reintroducción: un reto
En algunas especies, las ranas en cautiverio carecen de toxinas en su piel que son una defensa contra sus depredadores. Este, al igual que otros factores, es una de las principales causas que complican su reintegro a su medio natural.
Hasta la fecha se han realizado 2 ensayos de liberación, en dos zonas del país. En ese periodo de tiempo se han aprendido sobre las técnicas de marcado individuos, cambios en la condición corporal, el establecimiento de territorios y movimiento de los individuos, entre otros.
“Debemos utilizar radiotransmisores durante nuestras liberaciones, por lo menos en parte de los animales que liberamos para monitorearlos y darle un seguimiento apropiado”, añadió el científico.
Por su parte, Shirley Binder, directora Nacional de Áreas Protegidas y Biodiversidad del Ministerio de Ambiente, indicó que la entidad ha tenido participación y ha seguido de cerca los ensayos de liberación y las diferentes técnicas de muestreo en campo como el rastreo por telemetría, para comprender el comportamiento de estos una vez lleguen al medio natural.
Reinventarse
En Panamá existen dos proyectos de reproducción de ranas, éste y uno en el Valle de Antón, en ambos se investiga activamente acerca de las bacterias protectoras de la piel de los anfibios, la resistencia genética y vacunas que pueden darle a las ranas una ventaja en la lucha contra el hongo Batrachochytrim dendrobatidis.
Se tienen indicios de que el hongo llegó a Panamá en el año 1993 y fue detectado finalmente en el 2004 en el área de El Copé, distrito de Olá, provincia de Coclé.
El hongo produce una enfermedad muy infecciosa llamada Chytridiomycosis que consiste en que el hongo cubre toda la piel del anfibio, hasta el punto de restarle movilidad y cortarle la respiración.
De igual manera, desde principios del año 2000 se realizan estudios científicos de reproducción de esos anfibios panameños en el Zoológico de Detroit y en el Acuario de Baltimore en Estados Unidos.
Binder, destaca que eso es una gran oportunidad para el país debido a que a futuro este tipo de investigaciones nacionales y extranjeras pueden crear intercambios genéticos cruciales para la preservación de estas especies.
Con estos proyectos se unen esfuerzos para la conservación de la biodiversidad, tomando como contexto el Plan de Acción para la Conservación de los Anfibios de Panamá, además que promueve la investigación científica para comprender el comportamiento de agentes patógenos como el hongo.