Panamá extiende permiso humanitario a 49 migrantes deportados por Trump que no pueden volver a sus países

Un grupo de 49 migrantes que fueron deportados desde Estados Unidos a Panamá en febrero de este año, bajo medidas adoptadas por la administración de Donald Trump, recibió una extensión de seis meses en su permiso humanitario, confirmó Elias Cornejo, vocero de la organización Fe y Alegría.

Cornejo, quien acompaña a estos migrantes en el país, explicó que la prórroga fue otorgada el viernes 6 de junio. Los migrantes, provenientes de países como Somalia, Irán, Afganistán, Rusia y Etiopía, no pueden regresar a sus lugares de origen debido a riesgos políticos y de seguridad.

“Ellos no pidieron venir a Panamá. Acceder a un tercer país desde Panamá es muy complejo. Primero, porque tendría que haber una negociación gobierno-gobierno y eso dificulta la situación”, señaló Cornejo a TVN-2.com.

El permiso humanitario otorgado por el gobierno panameño a este grupo de migrantes deportados desde Estados Unidos, que no accedieron a retornar a sus países por medio de vuelos humanitarios, vencía el 8 de junio de 2025.

De acuerdo con Cornejo, entre las principales dificultades, mencionó la necesidad de acuerdos entre gobiernos para su reubicación, la complejidad de sus nacionalidades —algunas consideradas sensibles en temas geopolíticos— y la falta de recursos económicos tras agotar sus ahorros en el intento de llegar a EE.UU.

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Negociaciones pendientes

Cornejo aseguró que, hasta el momento, el Gobierno panameño no ha iniciado negociaciones formales con otros países para ofrecer alternativas migratorias al grupo. Sin embargo, confirmó que existen gestiones privadas y de organizaciones internacionales que buscan abrir vías hacia naciones de América del Sur, aunque sin resultados definitivos.

“El gobierno ha sido apático en el pasado. Pero en este momento, el gesto de extender el permiso es un acto de buena voluntad que valoramos. Aun así, creemos que se puede hacer más”, afirmó.

Sostenidos por la solidaridad

El grupo de 300 migrantes que arribó al país deportados por Estados Unidos y que poco a poco ha disminuido a 49, desde que el gobierno otorgó el permiso humanitario para que por sus medios buscaran un tercer país como salida a su situación, ha subsistido gracias a la solidaridad de organizaciones privadas, la iglesia y entidades internacionales.

Según Cornejo, han recibido apoyo de organizaciones internacionales provenientes de países como Canadá y España. Aclaró que esta operación humanitaria no ha implicado gasto público panameño.

Esto no ha costado un centavo al Estado. Ha sido sostenido por la solidaridad de muchas personas y organismos”, recalcó.

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Futuro incierto: ¿Qué pasará después?

Durante los próximos seis meses, cuenta Cornejo, se trabajará en una nueva fase, en la que el grupo deberá buscar por cuenta propia cómo acceder a un tercer país. Se espera que algunos logren reorganizar sus recursos o encuentren vías seguras para continuar su tránsito migratorio.

Respecto a la situación de los menores, Cornejo confirmó que hay niños entre los 49 migrantes, y que están bajo la protección de Unicef, junto a sus familias.

Aquí se ha respetado el principio de unidad familiar y se ha dado prioridad al bienestar de los menores”, aseguró.

El futuro de estas personas continúa siendo incierto, pero por ahora, cuentan con un margen de tiempo adicional para encontrar una salida en medio de una crisis que, como recordó el vocero, “ellos no eligieron”.