Panamá sigue avanzando en su lucha para poner fin a la epidemia del VIH/SIDA

En el evento denominado: “Acción Acelerada: acelerando el ritmo de acción para poner fin al SIDA”, realizado dentro del marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas, Panamá destacó los avances realizados para disminuir el VIH/Sida.

En este evento, el país estuvo representado por la Primera Dama, Lorena Castillo de Varela quien es Embajadora Especial de ONUSIDA para América Latina, portavoz del movimiento "cero discriminación". Además en Panamá preside en Panamá la Comisión Nacional para la Prevención y Control del Virus de Inmunodeficiencia Humana (CONAVIH).

Castillo de Varela destacó que actualmente se discute en segundo debate en la Asamblea Nacional de Panamá el proyecto de Ley que establece el marco jurídico para el abordaje integral de las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) y VIH.

Explicó que a través de esta norma se busca promover, respetar y defender los derechos humanos de las personas con ITS y/o VIH, sus allegados, a la población con mayor riesgo de exposición al VIH y sociedad en general, busca además asegurar que todas las personas, sin ningún tipo de distinción, tengan acceso a educación y orientación en temas de ITS y/o VIH.

Asimismo, incluye aspectos esenciales para la atención integral del VIH como el registro estadístico, diagnóstico, asesoría previa y posterior a la prueba, vigilancia epidemiológica, tratamiento, información, atención integral, acceso y disponibilidad de todo tipo de servicios e insumos.

En la actividad presidida por el Presidente de Uganda, Yoweri Museveni en colaboración con ONUSIDA, Castillo de Varela resaltó que esta iniciativa cuyas disposiciones están alineadas con la declaración política de ONUSIDA, Acción Acelerada: metas 90-90-90, permitirá a Panamá seguir avanzando en su compromiso de garantizar el derecho de las personas que viven con VIH a recibir atención médica de calidad y humana y a ser tratados con respeto y dignidad.

El enfoque de la Acción Acelerada es una agenda para acelerar el ritmo de la respuesta al VIH a nivel global, regional, nacional y local, que implica establecer metas ambiciosas y acelerar la oferta de servicios de prevención y tratamiento del VIH de alto impacto y se centra en el firme compromiso de respetar, proteger y promover los derechos humanos y la equidad de género.

Además plantea metas que deben alcanzarse al año 2020 y para el año 2030, con el fin de poner fin a la epidemia del SIDA como amenaza para la salud pública.