Amor Amargo
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Portobelo, Colón/Con una extensión aproximada de 35,900 hectáreas, de las cuales cerca del 20 % corresponden a áreas marinas, el parque alberga una amplia diversidad de ecosistemas, entre ellos bosques tropicales, manglares, arrecifes coralinos y playas, fundamentales para la biodiversidad del Caribe panameño y el sustento de las comunidades locales.
Uno de los principales atributos del área protegida es la Bahía de Portobelo, reconocida como uno de los puertos más bellos e históricos del Caribe, donde se asienta el pueblo colonial de Portobelo y su destacado sistema de fortificaciones, conformado por los fuertes de San Fernando, Santiago y San Jerónimo. Estas estructuras fueron declaradas Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1980, debido a su relevancia en el comercio colonial español y su papel estratégico en la defensa frente a ataques piratas.
Desde el punto de vista ecológico, el parque forma parte de la región neotropical y ocupa una posición clave en el istmo centroamericano, funcionando como un corredor natural entre Norte y Suramérica. Esta ubicación ha permitido que el área actúe como zona de transición para numerosas especies de fauna y flora, favoreciendo procesos de migración y adaptación biológica.
El Parque Nacional Portobelo fue creado mediante la Ley 91 del 22 de diciembre de 1976, una normativa pionera que estableció el régimen de Conjuntos Monumentales Históricos e integró, bajo un mismo esquema de protección, tanto el patrimonio cultural como los ecosistemas naturales, un enfoque innovador para la conservación en Panamá.
En el marco de este aniversario, el Ministerio de Ambiente hizo un llamado a la ciudadanía a proteger y conservar esta área protegida, respetando las normas ambientales, fomentando el turismo responsable y contribuyendo a la preservación del legado natural e histórico que convierte a Portobelo en un símbolo del Caribe panameño.