La quema de Judas y las lloronas: la singular tradición centenaria que celebran en Veraguas
Al finalizar el recorrido, el muñeco es quemado simbólicamente, representando el rechazo a la traición, la hipocresía y las malas acciones.
Este Domingo de Resurrección, las calles de San Francisco de La Montaña, en la provincia de Veraguas, se llenaron de color, música y tradición con la celebración de la quema de Judas y las lloronas, una festividad popular que ha perdurado por más de 100 años como parte de las expresiones culturales de la Semana Santa en esta región del país.
Durante el recorrido, un muñeco de trapo, que representa a Judas Iscariote, es cargado en una silla, mientras que un grupo de hombres, vestidos de "lloronas" —con rostros cubiertos, atuendos femeninos y sombreros— bailan al ritmo de trompetas y tambores. La caravana va de casa en casa, y en cada residencia se lee un testamento.
La tradición ha sido recientemente revitalizada por las nuevas generaciones del pueblo. “Llegan a mi casa todos los años. Mi papá fue uno de los principales, él participó toda la vida en esto”, contó Judith González, una de las anfitrionas que abre las puertas de su hogar para recibir a los participantes.
Por su parte, Vicente Martínez, quien fue parte del grupo por 18 años, destacó la importancia de mantener vivas estas costumbres, y que ahora ha sido relevado por sus hijos y sobrinos.
Al finalizar el recorrido, el muñeco es quemado simbólicamente, representando el rechazo a la traición, la hipocresía y las malas acciones, mientras la comunidad celebra con alegría la culminación de esta festividad que mezcla religión, teatro popular y folclore panameño.
Con información de Ney Castillo.