Repetición: Jelou!
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Telma Figueroa, de 56 años de edad, comenzó a sufrir de insomnios cuando dejó de ir a trabajar a finales del mes de marzo, debido a la cuarentena y el cambio en su rutina habitual hizo que atrasara la hora de dormir.
Figueroa contó a TVN Noticias que antes tenía que levantarme a las 3:00 a.m. para ir al trabajo, pero en los últimos meses, es a esta misma hora en la que todavía está intentando conciliar el sueño.
"La mayoría de las veces sintiendo la necesidad de irme a dormir más tarde y, con ello, se retrasa la hora de levantarme.Me preocupa que se extienda la cuarentena y no poder retomar mi rutina de sueño. Además del aumento de casos de coronavirus en mi corregimiento", contó Figuero, al tiempo que confesó que en ocasiones ha tomado medicamentos para el resfriado a sabiendas de que no tiene ningún síntoma, pero dijo que lo hace porque sabe que dan sueño.
Un caso similar al de Figueroa le está sucediendo a su nieta Dulce de solo 2 años de edad. Melody Zambrano, madre de Dulce, comentó que antes de la pandemia dejaba a su niña al cuidado de su suegra que vive a 15 minutos de su casa, a las 6:00 a.m.
"Ahora nuestras rutinas cambiaron y como ve que todos en casa nos acostamos más tarde la niña también ha optado por dormir más tarde, cerca de la medianoche", manifestó preocupada la madre de familia.
Al respecto de estos dos casos, y de muchos que deben estar pasando por situaciones similares, el psiquiatra, Carlos Sayavedra, quien es jefe del Servicio de Psiquiatría en el Complejo Hospitalario de la Caja de Seguro Social, indicó que este trastorno obedece al estrés general por la pandemia, la preocupación excesiva de las personas por llegar a resultar contagiada con la enfermedad, por perder sus puestos de trabajo, entre otros temas.
"Todo esto genera alteraciones emocionales a nivel del sistema nervioso central, y estas alteraciones causan ansiedad, síntomas depresivos, y el insomnio o la dificultad para dormir o mantenerse dormido", explicó Sayavedra.
Agregó que las personas que están enfrentado esta dificultad para conciliar el sueño, están pensando demasiado en situaciones negativas no realistas, que en muchas ocasiones son producto de la información que recopilan a través de los noticieros y las redes sociales.
La persona que no duerme va a tener consecuencias en su estado emocional, sintiendose así muy irritado en las mañanas, fatigado, cansado y por ende su actividad psicomotriz va ser torpe y lenta. Incluso no va a producir lo suficiente en
Para regularizar las horas de dormir, el experto recomienda lo siguiente: