Un "oasis verde" florece en la basura de una favela de Rio de Janeiro
Con la ayuda de un puñado de voluntarios, Mauro Quintanilha desbrozó durante una década un nauseabundo basural en su favela de Rio de Janeiro con la idea de convertirlo en un "parque ecológico". Su loca iniciativa acaba de ganar uno de los premios de urbanismo más prestigiosos del mundo.
En 2005, "al principio, pensaban que estaba loco, la gente se burlaba de mí. Eran 16 toneladas de basuras acumuladas desde hace 25 años por los habitantes en las alturas de Vidigal", cuenta a AFP Quintanilha, un músico percusionista de 55 años.
Ahora, la favela y sus 25.000 habitantes gozan de una vista que corta el aliento, desde lo alto de un peñasco sobre el mar y los barrios más ricos de la ciudad.
Como la mayoría de las favelas de Rio, hasta hace poco Vidigal no contaba con servicios públicos y por lo tanto, durante décadas, no hubo recolección de basura. La montaña de desechos caía en cascada por la ladera del cerro hasta la elegante avenida Niemeyer, la ruta que bordea el océano Atlántico.