La importancia de la autoestima en la etapa preescolar

Los padres jugamos un papel importante en el desarrollo de la autoestima de nuestros hijos

El desarrollo de la autoestima en la edad preescolar depende mucho de lo que transmitimos como padres a nuestros hijos
El desarrollo de la autoestima en la edad preescolar depende mucho de lo que transmitimos como padres a nuestros hijos
Cecy López - Periodista
24 de febrero 2016 - 14:47

@CecybelLopez/El desarrollo de una autoestima positiva y confiable en nuestros pequeños, depende de la seguridad, afecto, protección que le brindemos nosotros los padres a nuestros hijos desde su nacimiento. La autoestima influye en el comportamiento social que tendrá el niño una vez tenga su primer contacto fuera del contexto (mamá - papá) y su desenvolvimiento en esta etapa depende de los padres.

La autoestima es un tema que cada día ha ido cobrando mayor interés en nuestro mundo actual. La gente ha incluido la palabra dentro de su vocabulario y en diferentes conversaciones cotidianas se llega a tocar el tema, es por esto que deseamos compartir con ustedes algunos puntos sobre dicho tópico para descubrir su dimensión psicológica, para ello hemos consultado a la psicóloga María Madrazo quien nos explica que autoestima es la función de evaluarse a uno mismo, por lo que implica por un lado un juicio de valor y por otro un afecto que le acompaña. La autoestima positiva está relacionada con afectos positivos como son el gozo, la confianza, el placer, el entusiasmo y el interés. La autoestima negativa conlleva afectos negativos como el dolor, la angustia, la duda, la tristeza, el sentirse vacío, la inercia, la culpa y la vergüenza.

¿De dónde surge la autoestima? Los primeros intercambios de afecto entre el recién nacido y su madre y las formas tempranas de cuidados físicos proveen de un contexto de actividad placentera mutua entre padres e hijos. Se puede considerar un precursor de la autoestima el tener sentimientos corporales agradables, como el sentirse apapachado, acariciado, mirado, así como también afectos de agrado y un vívido interés asociado a estos mutuos intercambios amorosos. La autoestima es afectada constantemente por experiencias en el mundo externo que posteriormente son llevadas al mundo interno, nos señala la especialista.

Los psicoanalistas postulan que debería existir un balance óptimo entre las necesidades de gratificación y las frustraciones realistas en la infancia, para la formación de una estabilidad posterior en la regulación de la autoestima.

La psicóloga manifiesta que una de las tareas que ella lleva a cabo como psicoanalista, es la protección de la autoestima específicamente en el desarrollo central de la infancia.

La experta nos dice, que en el transcurso de su desarrollo el niño va teniendo experiencias placenteras y satisfactorias y otras dolorosas y cargadas de ansiedad. El mantenimiento de la autoestima positiva depende de la exitosa integración de las imágenes de sí mismo tanto positivas como negativas, es decir de sentirse bueno en algunos momentos y malo en otros, pero por encima de esto el niño busca sentirse valioso y este es lo sentimiento lo hará sentirse más o menos impermeable a los errores, las fallas, las frustraciones y a la crítica externa.

En la segunda mitad del segundo año, cuando el niño comienza a ser capaz de tener metas generadas por sí mismo, es decir, de tener inquietudes y deseos de hacer algo por él mismo, demostrar y demostrarse que es capaz de hacerlo, su autoestima derivará de dos fuentes, por un lado de la aprobación de los otros y por otro, de la satisfacción de realizar la actividad, agradable por sí mismo y de manera independiente.

En los años preescolares a través de las fantasías y del juego , los niños buscan vencer y superar las heridas a su autoestima, las cuales derivan de ir conociendo sus limitaciones.

Durante los años escolares los niveles de autoestima se ven afectados aún más por la adquisición de habilidades y de competencia, especialmente en el desempeño escolar, en las relaciones de amistad y en los deportes. Durante estos años la autoestima se ve profundamente afectada por los éxitos y los fracasos en estas tres áreas de la vida del niño. La lectura es una habilidad crucial a obtener en el inicio de los años escolares. La capacidad de leer adecuadamente está íntimamente ligada con la autoestima. "Escuela" es en primera instancia "lectura", la lectura no sólo es la mayor demanda en el niño en los primeros años, sino el punto de apoyo para el resto de su aprendizaje. La lectura tiene un efecto multiplicador para bien o para mal. Un niño que lee mal, es a sus propios ojos una persona inadecuada, y los niños se sienten malos o tontos y muy frecuentemente también son vistos de la misma manera a los ojos de sus padres, sus maestros y sus amigos. Según la psicóloga María Madrazo, el impacto de la censura de los amigos el no poder tener amigos o ser rechazado por ellos por sus incapacidadeslos lastima profundamente en su autoestima, es por ellos que el apoyo de los padres en esta etapa es crucial.

Podríamos decir que los dos retos para la autoestima en los años escolares son: el rendimiento académico y el ser exitoso en las relaciones con los grupos de amigos de la misma edad, ya sea individual o grupal. Así como también el ser competente dentro de una actividad deportiva o artística.

Demos a nuestros niños la posibilidad de ser y sentirse bien con ellos mismos y esto contribuirá a que se valoren y valoren lo que hagan, piensen y sientan, sólo valorándose a ellos mismos podrán valorar a los demás y todo esto redundará en un futuro en mejores desempeños laborales y de relación, teniendo además un pasatiempo que les complemente y enriquezca como seres humanos.

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