La presión sobre un sistema desigual en medio de la cuarentena

Dos caras de la pandemia: Cuarentena selectiva y el colapso del sistema.

Luego de 100 días de cuarentena, la incertidumbre continúa.

La solución es un proceso dinámico, que requiere evaluación y ajustes.

Responsabilidad ciudadana incluye a la población general y sus instituciones.

Bloque 1: Papel del Legislativo en la crisis y la desigualdad de la cuarentena

Panamá vive diferentes realidades. Podemos observar dos específicas, una representada por una ciudadanía que, a pesar de verse golpeada por la situación actual y de mantener sus propias necesidades, sigue las normas de la cuarentena; otra representada por aquellos que aprovechan su cercanía al poder para incumplir las reglas, de las que se supone deberían ser ejemplo.

La desigualdad de la cuarentena

En ocasiones anteriores se ha mencionado que esta pandemia resalta una desigualdad social ya existente; ahora, se sumó a esta situación la reciente reunión de diputados del partido oficialista, en un restaurante de la capital. Juan Diego Vásquez, Diputado independiente del Circuito 8-6, señaló que, aunque antes de la cuarentena este tipo de reuniones serían comunes ya que todas las bancadas las realizan, hoy en día aporta a la falta de credibilidad y de confianza que se tiene en el sistema y mancha la institucionalidad de la Asamblea.

Carlos Arauz, Vocero de la Asociación de Restaurantes, Bares y Discotecas de Panamá, acotó que este sector es uno de los más solidarios, que ha obedecido las normas y se ha sometido al confinamiento, pero señaló que, en medio del dolor, realizar una actividad como esta es una falta de respeto que provoca indignación. El representante agregó que esta organización tiene 100 días trabajando en mesas de trabajo con distintos actores de la sociedad, pero que, a pesar de esto, todavía continua la incertidumbre.

La presión sobre el sistema de salud

El doctor Gerardo Alfaro, representante de la Organización Mundial de la Salud y de la Organización Panamericana de la Salud en Panamá, señaló que el trabajo realizado para combatir esta situación es un proceso dinámico que requiere de evaluación y ajustes constantes para poder avanzar, y que el desafío se ha concentrado en mantener la capacidad de respuesta hospitalaria, pero así mismo la atención primaria es igual de importante.

Alfaro también señaló que nuestra ciudadanía no tiene “la disciplina de Oriente”, ya que esperaba más compromiso ciudadano, refiriéndose a la ciudadanía como el conjunto de sus instituciones y de la población en general.

Por otro lado, el médico de la OMS explicó cómo estamos viendo una concentración de la transmisión en ciertos corregimientos de población vulnerable donde se multiplican los problemas sociales, ya que no es lo mismo hacer cuarentena para una clase que tiene las necesidades básicas resueltas, que para otros que tienen preocupaciones del día a día.

Por su parte, el doctor Nicolás Liakópulos, presidente de la Asociación de Cirugía de Panamá, aseguró que la autoridad máxima en estos casos es la Ministra de Salud, donde el liderazgo es claro y bien estructurado. Pero recalcó que el tema es “Salir bien librado de todo esto”, los pacientes crónicos se tienen que seguir viendo a nivel de consultas y las cirugías que tienen que entrar a cuidados intensivos deben continuar. La vida sigue con pacientes COVID y No COVID.

El rol de las autoridades locales

Finalmente, el doctor Ayvar Hernández, director de Salud Regional, y Rubén Villareal, gobernador de Los Santos, comentaron sobre la labor realizada en esta región, y de la importancia que tienen la disciplina, el trabajo en equipo y el compromiso ciudadano al momento de cumplir con las medidas de salud a nivel local.

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