Los 10 Mandamientos de la vida de Derek Jeter
Aficionados y fanáticos al béisbol: ahora que Derek Jeter ha anunciado su retiro tras la temporada 2014, bien vale la pena revisar los diez principios básicos que él mismo escribió en su libro “The Life You Imagine” (“La Vida que Imaginaste”), cuyas ideas llegó a cumplir el capitán y torpedero de los Yankees a carta cabal. Diez principios que no son solo aplicables a su carrera, sino a la de cualquiera que pretenda tener éxito en su profesión y en su vida. 1. PON TUS METAS MUY ARRIBA A los ocho años de edad, Jeter estaba seguro de que iba a jugar con los Yankees de Nueva York. Nada le quitaba esa idea y nada lo iba a hacer cambiar de opinión. Treinta y dos años después, está a punto de cerrar una exitosa carrera de dos décadas en el equipo más ganador de las Grandes Ligas. 2. BATALLA Y VENCE SUFRIMIENTOS Jeter se refería en concreto a julio de 1992, cuando en un hotel de Tampa, Florida, se cuestionaba si en realidad había tomado la decisión correcta al firmar con los Yankees, luego de haberse ido sin conectar de hit en sus primeros 14 turnos al bate en la Liga de Novatos de Clase A en Tampa. Esos obstáculos no se le presentarían muy a menudo en su vida profesional con los Yankees, pues no fue sino hasta el 2013 en que las lesiones le obligaron a sentarse durante la mayor parte de la temporada, cuando la cifra más baja de juegos en su carrera había sido un “modesto” 119 en el 2003. 3. ENCUENTRA MODELOS A SEGUIR Los primeros para Jeter fueron sus padres. Algo que sin duda alguna llevaría al éxito a cualquier persona. Sanderson Charles y Dorothy fueron los primeros héroes de Derek y aunque con el paso de los años Dave Winfield* ocupó ese lugar, la imagen de sus padres significó siempre su modelo más importante a seguir, sin saber que un par de décadas después, él mismo sería la inspiración y el ejemplo para casi el ciento por ciento de aquellos jóvenes que hoy en día pretenden dedicarse al béisbol a tiempo completo. 4. EL MUNDO NO SIEMPRE ES JUSTO Jeter se refiere a este problema, en principio, cuando tuvo que batallar con el hecho de que su padre era afroamericano y su madre, blanca. Esos fueron los primeros problemas a los que Derek tuvo que sobreponerse en su infancia y, sin lugar a dudas, las dificultades que ayudaron a forjar su carácter para sobrevivir después al complicado paso de tres años en Ligas Menores, y a las adversidades gigantescas que encontraría en sus primeras temporadas en el mejor béisbol del mundo. 5. NO TENGAS MIEDO A FALLAR Jeter recordaba siempre su segundo año en el baloncesto de Kalamazoo Central, cuando en un juego crucial tuvo la oportunidad de dar la victoria a su equipo mientras estaban abajo por 65-67. Su entrenador diseñó una jugada para ir por el triunfo porque no quería el tiempo extra, y el encargado de hacer el tiro de tres sería el propio Jeter. Derek dijo que bloqueó de su mente cualquier sonido extraño, cualquier grito de la multitud, y se concentró en lograr el objetivo, que al final le daría a su equipo la victoria por 68-67. Habiendo bateado para .308 en postemporada, y luego de convertirse en Míster Noviembre en aquella Serie Mundial de 2001 ante los Diamondbacks, no quedó duda de que esa lección estaba bien aprendida. 6. CUENTA CON UN FUERTE APOYO El principio básico es rodearte de gente competitiva. El short stop de los Yankees mencionaba este punto con una sencilla analogía: “si un compañero sacaba 97, yo quería sacar 98”, “si alguien conectaba dos hits, yo quería pegar tres”. Ese espíritu de ser más que los demás, pero sin esperar que los otros sean mediocres, quedó más que bien ejemplificado cuando Jeter compartió con gente tan competitiva como Paul O´Neill, Bernie Williams, Jorge Posada, Alex Rodríguez, Tino Martínez o Wade Boggs, y siempre siguió siendo el que brillaba con luz propia en la alineación del equipo a rayas. 7. SÉ SERIO, PERO DIVIÉRTETE Cada año, cuando la gente celebraba el Día de Acción de Gracias, las primeras semanas de la temporada del fútbol americano y el final de la campaña del béisbol, Jeter ya se encontraba en preparación para la siguiente temporada. No importa cuánto tiempo falte para el inicio del siguiente proyecto, el estar listo y en las mejores condiciones posibles siempre ayudará. El disfrutar esa etapa de ponerse a punto, tanto o más que la propia temporada, resulta al final la clave para llegar al éxito. Un total de 17 temporadas consecutivas con al menos 119 juegos jugados, son el mejor ejemplo de que una buena preparación siempre dará resultados positivos. 8. SÉ UN LÍDER… SIGUE AL LÍDER Con el paso de los años, Jeter llegó a convertirse en el líder de los Yankees, a manejar perfectamente su rol como el capitán número 11 en la historia del equipo, como el símbolo, como el referente de la organización. Pero todo eso no fue más que el producto de un largo proceso en el que Jeter comenzó admirando a Winfield, por lo que hacía dentro y fuera del terreno, para luego tener como ejemplo en ese sentido a quien ahora es considerado como uno de los líderes más importantes en la historia del béisbol: Joe Torre. 9. PIENSA ANTES DE ACTUAR El aprender este precepto ocurrió para Jeter sobre la marcha. Precisamente cuando tuvo que llamar a Darryl Strawberry después de que éste había dado positivo por cocaína e iba a ser suspendido por un año. Derek pensó mucho lo que iba a decir en esa llamada, la manera de comunicarse con alguien que estaba viviendo uno de los momentos más terribles de su vida. Al final, sin hablar de pelota y simplemente diciéndole lo mucho que lo quería, el capitán de los Yankees cumplió con su objetivo de dar apoyo a un compañero en desgracia, aprendiendo la lección de que siempre hay que pensar detenidamente lo que se va a decir antes de abrir la boca. 10. LA VIDA ES UN RETO DIARIO Son 2602 juegos, 19 temporadas, más de 10 mil turnos al bate… y con el uniforme que más pesa en las Grandes Ligas. Si con eso no queda claro que cada día se tiene que tomar como un reto que hay que superar, que cada día hay que afrontarlo como si fuera el último, entonces no hay ejemplo que ilustre mejor la filosofía del parador en corto de los Yankees.