Narco relata envío de hormona prohibida a casa de Clemens
Reprendidos por el juez debido a que llevaban un juicio lento y "aburrido", los fiscales en el caso contra Roger Clemens avivaron la situación el martes al presentar a un narcotraficante que habló demasiado pronto. Kirk Radomski, un ex recoge bates de los Mets de Nueva York que suministró sustancias prohibidas a decenas de peloteros en las mayores, subió al estrado de los testigos y describió un cargamento de la hormona de crecimiento humano enviado a la casa de Clemens hace casi una década. Radomski mostró al jurado una etiqueta de envío vieja y doblada que encontró bajo el televisor de su recámara en junio de 2008. Los agentes laborales no encontraron la etiqueta cuando registraron su casa hace tres años, debido que al parecer no buscaron debajo de lo que Radomsli calificó como su "dinosaurio de televisor" enorme y antiguo. La etiqueta tenía como destinatario a Brian McNamee, el otrora preparador físico de Clemens, y llevaba el domicilio de Clemens en Texas. Radomski dijo que el envío consistió de dos estuches de la hormona de crecimiento humano —"unas 50-100 agujas"— y que calcula ocurrió en 2002. McNamee ha dicho que le inyectó a Clemens esa hormona y esteroides. Clemens negó ante el Congreso en 2008 que haya consumido esas sustancias, y dio paso al ahora juicio en su contra por perjurio. El primer intento por procesar al lanzador estelar el año pasado terminó con la anulación del juicio. La defensa podría alegar que la etiqueta muestra a McNamee, y no a Clemens, como el destinatario. McNamee estuvo frecuentemente en la casa de Clemens durante las sesiones de entrenamiento. En un día relativamente movido en el juicio, el juez federal Reggie Walton también determinó que el gobierno no podía presentar el contrato del lanzador con los Medias Rojas de Boston como evidencia de que estaba motivado por el dinero para dilatar su carrera. El jurado escuchó a cinco testigos, más de los que se han presentado hasta ahora en el proceso. Ninguno sacudió a jurado como Radomski, con mucho el testigo más atractivo hasta ahora. Escasas horas antes, Walton comenzó el día con el señalamiento de cuán aburridos habían estado los jurados mientras el proceso se acercaba penosamente a su cuarta semana. "¡Ellos están hasta la coronilla porque están perdiendo su tiempo!", le dijo el juez Walton a la defensa y la fiscalía, antes que el jurado entrara a la sala el martes por la mañana. Walton indicó que un jurado le preguntó a un empleado del tribunal si el juez les aclararía cuáles son los cargos que pesan contra el retirado lanzador, porque algunos no lo tenían claro. "Cuando creas un ambiente aburrido, como el que se ha creado en este caso", dijo Walton, eso provocará que los jurados hablen sobre el caso "porque están aburridos".