Posada, ¿al Salón de la Fama del béisbol?
Los Yanquis no perdieron el tiempo para esencialmente lanzar la candidatura de Jorge Posada al Salón de la Fama del béisbol. En un documento el argumento fue directo al grano. De los 13 receptores de Grandes Ligas exaltados en Cooperstown, sólo Yogi Berra (.295) aventaja a Posada (.273) en promedio de bateo. El puertorriqueño —seleccionado cinco veces al Juego de Estrellas y quien disparó 275 jonrones y produjo 1.065 carreras— está a la par de Johnny Bench, Gary Carter y Carlton Fisk, considerados como los modelos de receptores ofensivos, en varias otras categorías. "Yo creo que debe estar en el Salón de la Fama", dijo el manager de los Yanquis, Joe Girardi. "Cuando te das cuenta de sus números y los comparas con los de los catchers que ya están —además de su impacto con este club y todos los campeonatos (cinco)— sus números son increíbles". En sintonía con Girardi, el gerente del equipo Brian Cashman sostuvo que Posada "tiene la trayectoria digna de ser considerada para el Salón". Pero el puertorriqueño no tiene la elección asegurada cuando dentro de cinco años su nombre aparecerá por primera vez en la papeleta. Detractores no faltarán y la corriente de opinión se fundamentará en la cuestión de que "algo le falta" — que no alcanzó el nivel de estrella de un Derek Jeter y que le tocó jugar en una era en el que la producción ofensiva se infló de forma exagerada. También se mencionará que nunca ganó un Guante de Oro por su trabajo defensivo y que tuvo sus problemas con pitchers como Randy Johnson. Se dirá que lo más alto que figuró en la votación al Jugador Más Valioso fue su tercer lugar en 2003 y un sexto en 2007. Bench, en cambio, recibió 10 veces el Guante de Oro y fue el Más Valioso en dos ocasiones. Pero la candidatura de Posada tiene varios factores a favor y vale tomar como ejemplo la ruta que siguió Carter. A lo largo de 19 temporadas, Carter bateó para .262 con 324 jonrones y 1.225 carreras impulsadas. Tomando en cuenta que Carter disputó dos temporadas más, los números de Posada se aproximan. Carter precisó de seis años para conseguir el mínimo de 75% de adhesiones de la Asociación de Escritores de Béisbol de Norteamérica. También hay que ir más allá de las estadísticas tradicionales para encontrar que se justifica la exaltación de Posada. Uno de esos datos es el de porcentaje de embase. El de por vida de Posada fue .374, por encima de siete de los 10 receptores que ya están en el Salón, en este caso Bench, Berra, Roy Campanella, Mickey Cochrane, Ernie Lombardi y Gabby Hartnett. Su slugging de .474 supera Carter (.439) y Fisk (.457). Otro parámetro que no puede ser despreciado es que Posada aparece como uno de cinco receptores en la historia que han acumulado 1.500 hits, 350 dobles, 275 jonrones y 1.000 impulsadas. Bench, Carter, Fisk e Iván Rodríguez, éste último aún activo, son los otros cuatro. Y esos cinco anillos de campeón de la Serie Mundial, cuatro obtenidos entre 1996-2000 y con un papel fundamental, no deben ser despreciados, además de una carrera exclusiva con el mismo equipo. ¿Qué opina Posada? Reconoció que se trata de una posibilidad que, de momento, le deja sin palabras. Después de todo, llegó a las mayores tras haber sido seleccionado en la 24ta ronda del "draft" y tras cambiar de posición, de segunda base a catcher. "Yo sólo quise ser un jugador de Grandes Ligas, llegar. Cuando hablan y me comparan con gente que está en el Salón de la Fama, no sé qué decir. Ya se verá. Admito que esto me entusiasma mucho. Pero esto está en las manos de ustedes (los periodistas). Ya les tocará decidirlo dentro de cinco años".