La consistencia es el estandarte de Bocas del Toro
El equipo mayor de Bocas del Toro está en su tercera final consecutiva luego de eliminar al último campeón nacional de la categoría, Los Santos, en cinco partidos que se realizaron consecutivamente en el estadio Rod Carew. Si observamos lo realizado por el elenco "tortuguero" en todo el torneo podemos concluir que estamos ante el conjunto más consistente de la competencia. Su récord acumulado en tres fases, de 31 victorias y nueve derrotas, es prueba de ello ya que es el mejor registro de todo el campeonato. El éxito de los bocatoreños en lo que va de la competencia se ha basado en la consistencia de su juego y en la serie frente a los santeños no fue la excepción. En los cinco juegos que duró esa serie, Bocas del Toro acumuló un promedio colectivo de .266, siendo éste el mejor registro ofensivo de los cuatro equipos que competían en esa fase (Herrera, Los Santos y Panamá Metro). Esto como resultado de 42 imparables conectados en 158 turnos al bate y anotó un total de 24 carreras. Su pitcheo también fue uno de sus puntos fuertes. La efectividad colectiva de los lanzadores del equipo bocatoreño es de 1.50, la más baja en la fase que acaba de pasar. Su trío de abridores - Alberto "Rocambo" Acosta, Luis Machuca y el dominicano Randor Bierd - permitieron un total de cinco carreras, cuatro de ellas limpias. Además su relación de 20 ponches sobre siete bases por bolas demuestra el buen control que exhibieron ante la ofensiva santeña. El aporte del bullpen, especialmente de los relevistas Euclides Bethancourt, Miguel Gómez y Anwuar Samudio, fue primordial para Bocas en esa serie, ya que no toleraron carreras limpias en los ocho episodios y dos tercios que trabajaron en total durante el enfrentamiento ante los santeños. Ahora los bocatoreños tienen la mirada puesta sobre los metropolitanos en lo que será la segunda ocasión en tres años que se enfrente en una serie final. El elenco representativo de la "Tierra del Oro Verde" espera, en esta nueva oportunidad, llegar a la cima del béisbol mayor en Panamá, algo que no consiguen desde 1961.