Abogado de Messi niega intención de defraudar
Aclamado por sus seguidores y sonriente, Lionel Messi compareció ante la corte para responder a un interrogatorio sobre presunta evasión de impuestos sin apariencia de estar preocupado por la posibilidad de recibir una multa multimillonaria. El astro del Barcelona fue interrogado durante media hora antes de que a su padre Jorge Messi le tocara el turno de responder. Luego de que ambos salieron rápidamente en autos separados del tercer juzgado de instrucción en Gava, un pueblo costero situado al sur de Barcelona, el abogado de Messi habló con la prensa. El representante legal dijo que Messi y su padre enfatizaron "la escasa voluntad defraudadora y la gran voluntad en regularizar la relación con la Agencia Tributaria y no realizar una lucha enconada de discusión con el Estado de interpretación de las normales fiscales". "La familia Messi quiere actuar con transparencia, claridad y colaboración Cuando el procedimiento inspector se inicia, los profesionales a los que se nos confía tenemos una única instrucción: colaborar con la administración en el esclarecimiento de los hechos aportando datos, magnitudes económicas", dijo Cristóbal Martell, abogado del futbolista. Messi, vestido con un traje negro pero sin corbata, llegó sonriente al tercer juzgado de Gava. El astro del Barcelona fue vitoreado por unos 30 fanáticos que aguardaban con unos 100 periodistas y fotógrafos. Una querella de la fiscalía española en junio acusó a Messi y su padre de intentar ocultar ingresos por los derechos de imagen del futbolista. La querella alega que el argentino debía cuatro millones de euros (5,3 millones de dólares) en impuestos entre 2007-09. El padre de Messi hizo un pago de más de cinco millones de euros (6,6 millones de dólares) el 14 de agosto para cubrir supuestos impuestos atrasados e intereses. Messi y su padre tenían que comparecer originalmente el 17 de septiembre a un tribunal cerca de la casa del delantero, a las afueras de Barcelona, pero la fecha fue pospuesta. La audiencia del viernes tenía el objetivo de detectar si hubo evidencias claras de actos ilegales. Si se llega a esa conclusión el juez puede recomendar que el caso sea llevado a juicio sin posibilidad de arreglo extrajudicial. Si Messi y su padre son declarados culpables podrían recibir una multa equivalente a 150% del monto defraudado y posiblemente un periodo en prisión. En la investigación, la fiscal Raquel Amado sostiene que entre 2006 y 2009 Messi "obtuvo importantes ganancias enviadas por terceras personas producto de sus derechos de imagen, ingresos por los que debería haber pagado impuestos". La investigación dice que el futbolista "eludió sus obligaciones fiscales" usando compañías fantasma con sedes en paraísos fiscales como Belice y Uruguay. Tanto Messi como su padre han negado cualquier conducta ilegal y han recibido el apoyo del presidente del Barcelona, Sandro Rosell, así como del anterior dirigente, Joan Laporta, quien era el presidente cuando ocurrieron los hechos bajo investigación. Cuando el astro salió del sitio numerosos aficionados gritaron "¡Messi! ¡Messi!" y algunos jóvenes corrieron tras el auto en que se alejó del juzgado. La investigación no parece haber distraído a Messi, quien es colíder de goleo en la liga española con siete tantos. Barcelona enfrenta al Almería el sábado con la intención de mantener el liderato. Messi, de 26 años, es considerado el mejor jugador de su generación tras ganar varios títulos con el Barcelona, además del premio individual más importante, el Balón de oro, por cuatro años consecutivos. De acuerdo con la revista Forbes, Messi está en el lugar 10 entre los atletas mejor pagados. Ganó 41,3 millones de dólares hasta junio de este año; 20,1 corresponden al salario que le paga el club y 21 millones en patrocinios. Messi, un tipo callado, se ha mantenido lejos de los escándalos durante su exitosa carrera. España lanzó una campaña para detectar a evasores de impuestos como una medida para fortalecer sus finanzas públicas en un contexto de recesión económica. El ministro de Finanzas, Cristóbal Montoro, advirtió a los futbolistas en abril que deben estar al tanto de sus obligaciones fiscales. El año pasado, el ex jugador del Barcelona Luis Figo pagó 2.45 millones de euros correspondientes a ingresos no declarados por derechos de imagen entre 1997 y 1999.