Egipto jugará la final de la Copa Africana de Naciones tras eliminar a Camerún
Copa Africana de Naciones
Egipto eliminó al anfitrión Camerún en la tanda de penales (3 a 1 tras empate 0-0), este jueves en Yaundé en la segunda semifinal, y disputará la final de la Copa de África de Naciones de fútbol (CAN) ante Senegal, que consiguió su billete el miércoles.
El gran duelo del domingo será además un pulso entre los equipos de dos estrellas del ataque del Liverpool inglés, el egipcio Mohamed Salah y el senegalés Sadio Mané. En la tanda decisiva, los cameruneses estuvieron especialmente desacertados: Harold Moukoudi y James Lea Siliki vieron sus tiros desviados por el arquero Gabaski, mientras que Clinton Njié envió fuera.
Senegal obtuvo su billete a la final el miércoles al superar 3-1 a Burkina Faso en la primera semifinal.
Egipto aspira a ampliar todavía más su hegemonía en el palmarés de la CAN, en busca de un octavo título continental, mientras que Senegal buscará el primero de su historia en una Copa de África, tras dos finales perdidas (2002 y 2019).
Camerún, con cinco Copas de África en su palmarés, vive una grandísima desilusión en una edición donde tenía altas expectativas como anfitrión. Como hace 50 años contra Congo (1-0), en una CAN en casa, su sueño termina en las semifinales.
En la tanda decisiva, los cameruneses estuvieron especialmente desacertados: Harold Moukoudi y James Lea Siliki vieron sus tiros desviados por el arquero Mohamed Abou Gabal 'Gabaski', mientras que Clinton Njié envió por encima del larguero.
El único tiro de Camerún que entró en el arco egipcio fue el lanzado por el capitán y máximo anotador, Vincent Aboubakar (6 tantos), pero no fue suficiente para los 'Leones Indomables'.
Gabaski, arquero número 2 del equipo, ya había sido el héroe de su selección en octavos de final contra Costa de Marfil (victoria también por penales, 5-4 tras empate 0-0), aprovechando la ausencia del lesionado Mohamed El Shenawy.
El partido era el primero en disputarse en el estadio Olembé de Yaundé desde la tragedia vivida en los octavos de final, cuando hubo una avalancha humana en una de las puertas de acceso al recinto que causó ocho muertes con motivo del duelo entre Camerún y Comoras.
El estadio, con capacidad para 60.000 personas, estuvo ocupado en menos de la mitad de su capacidad en esta ocasión, con 24.371 hinchas en la grada según la cifra oficial facilitada por los organizadores.