Rommel, Panamá aún llora tu partida
Han pasado ya 21 años de una de las mayores tragedias a nivel deportivo de nuestro país. El emblema de la selección Nacional e ídolo de miles a nivel internacional Rommel Fernández Gutiérrez moría, víctima de un accidente de tránsito. Luego de forjarse un nombre en España, a base de mucho esfuerzo, disciplina y talento, el destino le tenía preparado un final que nadie nunca hubiese imaginado. Rommel fue sin duda el jugador panameño que puso a Panamá en el mapa futbolístico gracias a sus actuaciones en la liga más famosa del mundo, la liga española. El “Panzer” como se le dio a conocer en aquel Mundialito de la Inmigración en 1986, nació en el populoso barrio del Chorrillo un 15 de enero de 1966. El Plaza Amador fue donde realizó sus primeras gambetas desde los 4 años de edad. Ya a los 15 años pasaba a las filas del Atlético Panamá y luego al Alianza F.C. En 1986 en la ciudad de Tenerife España, se realizó el Mundialito de la Inmigración al que Rommel asistió falseando sus antecedentes españoles para poder disputarlo. El chico alto, con visible fortaleza física y contundente juego aéreo gustó tanto, que el club tenerifeño no quiso dejarlo ir. Tras una primera temporada con el Tenerife en segunda división, marcó ocho goles con lo que logró ganar la simpatía de la afición chicharrera. Al año siguiente el “Panzer” se convirtió en el referente goleador del equipo al marcar 19 goles, que sirvieron para que el Tenerife ascendiese a Primera División y permaneciese allí como un fijo en la alineación durante la 1ª División. Tras su buena campaña en la isla, el Valencia C.F. se interesó en sus servicios y compró el pase del jugador por 300 millones de pesetas (1 millón 800 mil euros actualmente). En el equipó Ché, Rommel no consiguió adaptarse y al año siguiente fue cedido al Albacete Balompié, en el que recuperó su capacidad goleadora. Antes de su muerte, había convertido 7 goles en 18 partidos con el Albacete habiéndose ganado a la afición manchega rápidamente. Accidente de tránsito El 6 de mayo de 1993, después de regresar de una comida con sus compañeros de equipo del Albacete, Fernández murió a los 27 años víctima de un accidente de tráfico en la carretera de Tinajeros, en las afueras de la ciudad de Albacete, luego de perder el control de su auto y golpear su cabeza contra un árbol a alta velocidad. Su primo Ronny Rojo también viajaba con él, pero salió ileso. Para ese año de 1993, Rommel Fernández Gutiérrez era considerado el deportista más importante del país de Panamá y la Federación Panameña de Fútbol decidió que el Estadio Revolución pasara a llevar su nombre, inmortalizando al mejor delantero panameño de todos los tiempos. Su muerte provocó la creación de la peña Curva Rommel en Albacete, que cada año, junto a miembros del club, lleva flores al árbol contra el que se estrelló su Toyota Celica. Y en el Heliodoro Rodríguez López tinerfeño, una placa de cerámica con su retrato, arrodillado, celebrando un gol, le recuerda: “Con su nobleza, humildad y entrega profesional despertó dormidos sentimientos tinerfeñistas”.