Nadal se sobrepone a la adversidad en el US Open
Abierto de Estados Unidos
Tres años después de su último título, el tenista español Rafael Nadal regresó al Abierto de Estados Unidos con un sufrido triunfo ante el australiano Rinky Hijikata, debutante en un Grand Slam.
Nadal, número tres de la ATP, cedió un inusual primer set ante Hijikata (198º) pero frenó en seco la rebelión para imponerse por 4-6, 6-2, 6-3 y 6-3 y celebrarlo con el público de la pista central de Flushing Meadows (Nueva York).
"Estoy muy contento, ha sido un largo camino. Por un tiempo pensé que no podría volver pero aquí estoy", declaró el español, quien fue baja del torneo en 2020 por la pandemia de coronavirus y el año pasado por lesión.
A la caza de su 23º trofeo de Grand Slam, que lo alejaría del ausente Novak Djokovic (21), Nadal reconoció que necesita ganar rodaje después de que solo haya jugado, y perdido, un partido desde la lesión abdominal que sufrió en junio en Wimbledon.
"Estaba un poco nervioso. Primer partido en Nueva York en tres años", reconoció. "Pasé por un momento difícil pero luego creo que jugué mejor. No fue perfecto, mi segundo partido en 50 días más o menos. No era el día para jugar perfecto sino para hacer el trabajo y eso hice".
Los aficionados neoyorquinos recibieron con una enorme ovación al español, cuyo juego no disfrutaban desde la trepidante final de 2019 que ganó en cinco sets al ruso Daniil Medvedev.
El español, de 36 años, tiene metas mayúsculas por delante en Nueva York si logra culminar una temporada de ensueño en la que ha ganado sus 20 partidos de Grand Slam, alzando los trofeos del Abierto de Australia y Roland Garros.
En su mano también está igualar un récord (en la era Open) de cinco trofeos del US Open e incluso arrebatarle el numero uno de la ATP a Medvedev, pero para ello debe prevenir una recaída de la lesión que le obligó a abandonar antes de las semifinales de Wimbledon.
"Fue una dura batalla de tres horas. De alguna manera probablemente eso ayuda. Sé lo que tengo que hacer mejor para los próximos días", aseguró. "Siempre es la misma historia: las cosas no son perfectas cuando no compites muy a menudo, cuando vuelves de una lesión. Tienes que ser lo suficientemente humilde para pasar por este proceso y aceptar que tienes que luchar y vas a sufrir. Eso es lo que he hecho hoy".
A Nadal le espera en la segunda ronda un viejo conocido, Fabio Fognini. El italiano, número 60 de la ATP, ha caído en 13 de sus 17 enfrentamientos ante Nadal pero en el US Open todavía se recuerda la derrota que le al español en la tercera ronda de 2015, remontando dos sets en contra.
- Manual de remontadas -
En su estreno del martes, Nadal fue de menos a más ante un rival que apenas jugaba su tercer torneo de la ATP.
Hijakata, de 21 años, arrancó el partido sin temor a la jerarquía del español ni la majestuosidad de la Arthur Ashe, la mayor pista de tenis del mundo (23.800 espectadores).
A base de buenos golpes y fortuna en los puntos divididos, el desafiante jugador australiano se fue armando de confianza hasta conquistar el primer set ante unas gradas atónitas.
Nadal no perdía un set ante un rival de tan bajo ranking desde Robert Kendrick (Nº 237), que le ganó los dos primeros en 2006 en Wimbledon.
El español decidió arremangarse para no correr riesgos y comenzó a bajar de la nube al australiano.
Rompiendo el saque de Hijikata en la primera oportunidad, el español ajustó su juego, elevó su agresividad y aceleró hasta avanzarse 3-0 y lanzar su primer grito "Vamos", mitad rabia, mitad alivio.
Aunque viene regulándose con su servicio para no agravar su problema abdominal, Nadal se vio obligado a aumentar la potencia y en el segundo set pasó a ganar el 93% de los puntos al primer saque.
El español desempolvó su legendario manual de remontadas y comenzó a encontrarle las costuras a un Hijikata que apenas jugaba su cuarto partido como profesional.
En el tercer set también logró un temprano quiebre que le facilitó colocarse 2-1 por delante cuando la cubierta de la Arthur Ashe se cerró por lluvia.
En la cuarta y definitiva manga, Nadal contuvo la última bala de Hijikata al salvar tres pelotas de quiebre en el octavo juego.
Luego tuvo en vilo al público al perder cuatro pelotas de partido hasta que finiquitó el duelo con un espectacular golpe paralelo que levantó.