Matthias Mayer, inesperado campeón de descenso
SOCHI, Rusia (AP) --Bode Miller había dominado en los entrenamientos y la estrella del deporte. Aksel Lund Svindal venía como el campeón mundial vigente y líder de la temporada en la prueba reina del esquí alpino. Pero el inesperado campeón del descenso de los Juegos Olímpicos de Invierno fue Matthias Mayer, un austríaco de 23 años que en 65 competencias previas en el circuito de la Copa del Mundo o mundiales tenía como mejor resultado un quinto lugar. "Calculaba que dentro de unos cuantos años podría soñar con algo así. Ha llegado más temprano de lo esperado", dijo Mayer sobre su conquista en la traicionera pista de Rosa Khutor. Cuatro años después de que Austria, una potencia histórica del deporte, se despidió de los Juegos de Vancouver con el saco vacío en las pruebas de la rama masculina del esquí alpino, Mayer reivindicó a su país al imponerse con un tiempo de 2 minutos y 6.23 segundos. "Me sentí muy confiado durante toda la semana. Me encontré con una pista que se prestaba a mi estilo", dijo Mayer, cuyo padre, Helmut, ganó la medalla de plata en el súper gigante de los Juegos de Calgary 1988. Miller y Svindal, los dos referentes de la disciplina, ni siquiera pudieron colarse en el podio de Sochi. La medalla de plata fue para el italiano Christof Innerhofer, seis centésimas después, y el bronce se lo llevó el noruego Kjetil Jansrud, diez centésimas más atrás. El noruego Svindal quedó en el cuarto puesto, mientras que el estadounidense Miller figuró en un distante octavo. Mayer fue más rápido en la parte final, cumpliendo una carrera muy cautelosa y técnica para sortear varios saltos pronunciados. Fue uno de los primeros candidatos en largar, el número once, así que ni se inmutó en celebrar tras cruzar la meta. Pero empezó a sonreír a medida que todos los favoritos no podían superar su tiempo y luego no paró de brincar al recibir el ramo de flores. Apoyándose con sus esquíes, Miller no daba crédito al resultado. Su decepción era comprensible. Después de todo, venía de brillar en dos de las sesiones oficiales de entrenamiento. "Esto es un palo muy duro, consideraba que podía ganar", dijo un abatido Miller, quien con 36 años cifraba grandes esperanzas de convertirse en el campeón más longevo del deporte alpino en los Juegos Olímpicos. "Me va a costar asimilar esto". Con su distancia de 3,5 kilómetros (2,17 millas), la pista de Rosa Khutor, en las montañas de Krasnaya Polyana, era considerada como la exigente que los esquiadores habían tenido que enfrentar durante la temporada. Miller tuvo un buen arranque, colocándose al frente. Pero no se pudo recuperar cuando golpeó una puerta. Aún cuenta con cuatro oportunidades para subirse al podio en la que es su última olimpiada, pero tendrá que aceptar la realidad es que se despedirá sin conseguir el oro en la prueba que más deseaba. También el domingo, Holanda sumó su segunda victoria en el patinaje de velocidad. Ante la presencia de la pareja real, Ireen Wust se consagró en los 3.000 metros con un tiempo de 4 minutos y 0.34 segundos. La checa y campeona vigente Martina Sablikova se llevó la medalla de plata, mientras que Olga Graf obtuvo el bronce para la primera presea del país anfitrión en los juegos. -Jamie Anderson completó la barrida de Estados Unidos en el slopestyla, la nueva prueba de snowboard que debutó en Sochi. La finlandesa Enni Rukajarvi ganó la plata y el bronce fue para Jenny Jones, quien le dio a Gran Bretaña una indédita presea en pruebas en la nieve. -El suizo Dario Cologna, quien en noviembre se había operado el tobillo, se proclamó campeón del skiatlón de 30 kilómetros en el esquí de fondo y se embolsó su segundo oro olímpico. Fue escoltado por el sueco Marcus Hellner y el noruego Martin Johnsrud Sundby. -La eslovaca Anastasiya Kuzmina revalidó su título en el sprint femenino de 7,5 kilómetros del biatlón. La rusa Olga Vilukhina y la ucraniana Vita Semerenko se repartieron la plata y el bronce, respectivamente.