Yulimar Rojas sigue reinando en el triple salto, Ibargüen bronce
Latinoamérica domina en el triple salto femenino
La venezolana Yulimar Rojas, con una impresionante distancia de 15,37 metros, revalidó su título mundial en el triple salto, este sábado en Doha, en una final en la que la colombiana Caterine Ibargüen, de regreso tras una lesión, terminó con un bronce.
Rojas se quedó a trece centímetros del récord del mundo, su otro reto en Doha-2019, pero fue suficiente para lograr cómodamente su segundo oro mundial, tras el conseguido hace dos años en Londres. La plata fue para la jamaicana Shanieka Ricketts (14,92 metros) y el bronce para Ibargüen (14,73 metros).
"Sé que puedo batir el récord del mundo y dar más alegrías a Venezuela. Es algo que deseo mucho", dijo Rojas.
Es la primera medalla para Venezuela en este Mundial y la tercera de su historia, después de las dos con las que el país se estrenó en la edición de hace dos años en Londres, el oro de la propia Rojas y el bronce de Robeilys Peinado en el salto con garrocha.
Para Sudamérica, el conseguido por Yulimar Rojas este sábado es el primer título en este Mundial de Doha, en el penúltimo día de la competición, y para Latinoamérica es el segundo título, después del oro logrado el viernes por la cubana Yaimé Pérez en el lanzamiento de peso.
Rojas cierra un año de nuevo espectacular, en el que además de este título se colgó también la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Lima, el pasado mes de agosto, y en el que pudo progresar mucho en sus marcas, sobre todo con el espectacular 15,41 metros que logró a principios de septiembre en Andújar (España) y que le dejó con la segunda mejor de la historia en el triple salto. Este sábado se acercó a cuatro centímetros de esa mejor marca personal.
No pudo batir en Doha-2019 el récord del mundo de la ucraniana Inessa Kravets (15,50 metros, vigente desde 1995), pero su juventud y su progresión hacen pensar que es una misión posible a corto o medio plazo.
Su única decepción importante de la temporada se dio en la final de la Liga de Diamante, a finales de agosto de Zúrich, donde vio escaparse su primer título en esa competición, al quedar segunda y ser superada por la jamaicana Ricketts, de la que ahora se tomó la revancha.
Rojas dominó el concurso de principio a fin. Su 15,37 metros llegó ya en el segundo intento y en los siguientes se dedicó a buscar el récord.
Por su parte, Ibargüen comenzó en los primeros intentos quedándose algo corta, pero en el quinto logró ese 14,73 que le permitió ponerse tercera, una posición que ya no abandonó.
La española Ana Peleteiro, compañera de entrenamiento de Rojas, finalizó sexta (14,47 m).
Colombia vuelve a sumar
Para Colombia es la segunda medalla en Doha, tras la plata de Anthony Zambrano el viernes en 400 metros.
Es además el octavo metal colombiano en un Mundial de atletismo. De ellos, cinco han sido conseguidos por la saltadora antioqueña, que antes de este Mundial logró ser dos veces oro (Moscú-2013 y Pekín-2015), una plata (Londres-2017) y otra bronce (Daegu-2011).
El domingo, en el último día de Doha-2019, el relevo 4x400 metros masculino colombiano, con Zambrano, buscará una nueva medalla en la final, para la que se clasificó este sábado con un nuevo récord nacional (3:01.06).
Pero más allá de la cuenta de medallas, la presencia en Doha y poder ser competitiva en la final es un triunfo personal para Ibargüen, que llegó al evento con grandísimas dudas y sin estar en plenitud física.
El motivo, la operación a la que se sometió en agosto por una fascitis plantar que le había obligado a bajarse en marcha de los Juegos Panamericanos de Lima y que desde entonces le había permitido apenas disputar un concurso, la final de salto largo de la Liga de Diamante en Bruselas, donde acabó octava y disparó las alarmas sobre su estado.
"No es un secreto para nadie que me he estado recuperado de una lesión importante. Quería simplemente disfrutar de la final y poder alcanzar el podio", reconoció Ibargüen.