Ya no solo es el Canal y "Mano de Piedra"; ahora también hay fútbol de calidad
Con el pasar del tiempor el istmo panameño ha venido creciendo en cuanto a fútbol se refiere; solo el hecho de fichar jugadores en el extranjero dice mucho.
Hace algunos años Panamá no figuraba en el fútbol de Concacaf como un país con un equipo de fútbol de donde podrían salir jugadores importantes; incluso, el sueño de todo jugador criollo era jugar en Colombia, ya que cuando estabas es Colombia era algo grande para cualquiera. Pero lo que más llama la atención es que en poco tiempo los jugadores criollos están siendo vistos por clubes internacionales. Eso habla bien de un país que es conocido a nivel internacional por su canal, Roberto “Mano de Piedra” Durán y ya. Ahora existe la opción de escoger a jugadores de fútbol, ya sea por el biotipo o por el buen desempeño en la cancha.
Todo indica que los panameños cuando agarramos algo en serio queremos ser los mejores. Eso es positivo porque en poco tiempo vemos cómo jugadores como Blas Pérez, “Matador” Tejada, Felipe Baloy entre otros, fueron los que marcaron el inicio masivo de las contrataciones internacionales. Ahora está pasando el fenómeno juventud; siendo el caso de Roberto Chen, Gabriel Torres, Jairo Jiménez, entre otros. Esto quiere decir que ahora no estamos esperando a que el jugador se vuelva hombre – en todos los sentidos – sino que desde chicos están mostrando sus dotes y son vistos por cazatalentos.
Una pregunta queda en el aire: ¿Antes no había representantes buenos o es que el nivel no daba para mucho? A mi parecer, el nivel y el buen trabajo de los representantes de jugadores era aceptable, pero cuando me hablaban de Panamá nadie sabía ni donde quedaba ese país. A diferencia de otros años, los dueños de equipos están confiando en el producto panameño porque los resultados se ve en los torneos donde están los de las seis letras: PANAMÁ.
El trabajo que viene haciendo la selección nacional es la mejor carta de presentación para que cualquier club internacional pueda tener un marco de referencia positivo de un jugador específico. ¿Y si vamos al Mundial? Bueno, mejor no nos adelantemos…
Por: Laureano Barría M.