El Panamá vs. Cuba, reflejo de que se perdió el miedo
En el partido de Panamá vs. Cuba, los criollos tenían que sacar el triunfo; lo que hubiera llamado la atención era que perdieran.
Cuando llego a la casa me dice mi abuela: ¿hoy sí vienes contento porque le ganamos a los cubanos? No es que sea malo, pero me nació decirle: “si no ganaban, entonces me iba a preocupar”. Ese es un pequeño resumen de lo que fue para mí la goleada que le propinó Panamá a Cuba, algo que si no era de esperarse, por lo menos el triunfo estaba asegurado para los canaleros.
Ya mí abuela sabe que cuando llego con cara de pocos amigos a la casa, es que Panamá perdió y tuve que torturar mi retina viendo algo que, por mi trabajo, tengo que ver, pero que a la vez me hace sufrir. Lo bueno es que el sufrimiento solo dura 90 minutos y luego me recuerdo que el camino de Panamá a un Mundial será largo y lleno de baches, como las calles de nuestra ciudad capital.
Hablar del 6-1 ante Cuba, sería hablar de Gabriel Torres, quien a medida que pasa el tiempo demuestra que no por algo fue el campeón goleador del Clausura 2013 en la primera división de Venezuela. En su momento, muchos decían que no se le daba la confianza de jugar porque era muy joven, o porque ya estaban los “titularísimos”; mismos personajes estos que en los momentos difíciles se les apaga la mecha y quedan debiéndole a los más de tres millones de panameños que invierten energía eléctrica prendiendo su televisor y sintonizando la transmisión de los partidos.
Hablar del 6-1 ante Cuba, sería hablar de Roberto Chen, quien de vez en cuando se le pasa una que otra en la zona defensiva – como todo novato - , pero que a la hora de pararse firme lo hace con gallardía y no se deja intimidar por nadie. Eso es de respetar en cualquier jugador, y más en una defensa. Siempre limpio y cuidando no cometer ninguna falta dentro del área.
Hablar del 6-1 sería, hablar de los hermanos Dely Valdés que se dan el lujo probar a casi toda la banca en un partido donde juegan los mejores de la Concacaf. Espero que con este desempeño de los vigilantes desde la banca le quede muy grabado en la mente del cuerpo técnico y de esta manera no se vacile al momento de cambiar a cualquier “titularísimo”.
Así pues, hablamos del Cuba vs. Panamá, sin triunfalismo ni nada por el estilo; que es lo que le gusta al técnico de la selección criolla.
Por: Laureano Barría M.