Las siete enseñanzas que nos dejó el fatídico 15 de octubre para la hexagonal

Tercer aniversario del varapalo más contundente que ha sufrido el fútbol panameño en toda su historia.

Felipe Baloy y Blas Pérez, llorando desconsoladamente el 15 de octubre del 2013.
Felipe Baloy y Blas Pérez, llorando desconsoladamente el 15 de octubre del 2013.
José Miguel Domínguez Flores - En redes: @JoseMiguelDomi
15 de octubre 2016 - 13:22

Correo: jdominguez@tvnmedia.com/Un día como hoy, pero en el 2013, la Selección de Panamá, dirigida en aquel entonces por Julio César Dely Valdés, vivió el instante más traumático de su historia. El duro golpe en la pizarra: 2-3 ante Estados Unidos en casa, en el Estadio Rommel Fernández. Adiós al sueño de Brasil 2014.

Tres años después, con Hernán Darío "Bolillo" Gómez al comando, el panorama —por ahora— adquirió una tonalidad más colorida: hexagonal, a la vista; Honduras y México, primeros rivales; y la gran oportunidad de resarcir viejos sinsabores. La medicina: goles y victorias. Ni más ni menos. No hay de otra.

Pero [más allá de toda caída] siempre queda el aprendizaje, al final del día, lo más importante; pues —muchas veces— los sabios forjaron su estirpe cometiendo errores y, sobre todo, aprendiendo de ellos. Mentira no es.

1- NUNCA CELEBRAR ANTES DE TIEMPO

Luis "Matador" Tejada nos hizo soñar a muchos con el 2-1 en la pantalla ante EE. UU.; sin embargo, no se ejecutó el objetivo real y final. Por enésima vez, los minutos finales se convirtieron en el gran calvario de la Sele. La brújula perdió su fuerza, se perdió el norte y lo acabamos pagando. Todos los choques se juegan hasta el último segundo.

2- NUNCA DEPENDER DE OTRO RESULTADO

No se cumplieron los deberes en el puntaje y se pagó caro a la hora de la hora. Dependíamos mucho de otros resultados (Costa Rica-México, en San José). En el Rommel Fernández, dejamos escapar puntos de oro ante los ticos, Jamaica, México y, tristemente, ante Estados Unidos. Nuestra casa debe ser un fortín siempre y no se pueden dejar en el camino unidades.

3- SIEMPRE GUARDA UN AS BAJO LA MANGA

Faltó picardía en el banquillo técnico comandado por Julio César Dely Valdés. La falta de experiencia, quizá, pesó en demasía. Se debió controlar el esférico y el tempo. Se tenía que jugar de todo, menos fútbol. Los choques no solamente se ganan en el terreno. Todos los factores pueden influir en los tiempos cruciales.

4- LOS RIVALES SIEMPRE HUELEN SANGRE Y QUERRÁN GOLPEARTE

Estados Unidos ya estaba en Brasil 2014 y, no obstante, jugó y compitió hasta el final, a la postre hasta haciéndole un favor a México, su máximo rival en la CONCACAF. Todos los enfrentamientos se toman con seriedad, con fortaleza y con un fútbol de alto nivel. No nos podemos confiar de nadie. La moraleja: El rival siempre querrá sumergirte en el verdadero arte de la guerra, aunque esté clasificado.

5- ES MEJOR LLEGAR POR TI MISMO

Siempre es mejor llegar con el estómago lleno a la faena. Los puntos deben recolectarse como aquel que adquiere fresas en el huerto sin descanso. La matemática es simple y sencilla: la mayor cantidad de unidades te colocan en Rusia 2018.

6- JAMÁS PERDER LA CONCENTRACIÓN

Con resultados a favores, la concentración debe ser la mejor amiga. Díganle no a la ansiedad y al querer desordenarse dentro de la cancha.

7- HAY QUE SABER SUFRIR Y ESTAR JUNTITOS

No existe un manual para clasificar al Mundial, más si se trata de tu primera vez y del sueño de todo un país. Hay que saber sufrir en las gradas, en los despachos, en los escritos y en todo. Estar unidos, lo primordial. La unión positiva hace la fuerza.

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