Roderick Miller, sigue gustando en Medellín
El periodista John Eric Gómez Marín, le realizó una interesante entrevista al panameño.
Sin lugar a dudas, el trabajo que venido desempeñando el defensor panameño Roderick Miller en Atlético Nacional de Medellín, sigue gustando a propios y extraños.
El periodista colombiano John Eric Gómez Marín, reralizó un interesante reportaje con el panameño y aquí lo plasmamos para que lo dispfruten:
El fútbol siempre sedujo a Roderick Miller
Mide casi 1,90 metros, es zurdo y tiene pinta de boxeador o beisbolista, pero se decidió por el fútbol y su gran reto es triunfar en Atlético Nacional.
El defensor Roderick Miller nació en Ciudad de Panamá y, como la mayoría de niños de ese país, su camino estaba enfocado por los guantes y el deporte de la pelota caliente.
Iba a los partidos de béisbol con sus padres y amigos. Veía las peleas de boxeo, pero nada lo seducía más que tener un balón entre sus pies.
“Rápidamente me di cuenta de que me gustaba jugar este deporte, pese a que me divertía con los otros y también me iba bien”.
Además del estudio, se pasaba horas jugando al balompié y viendo por televisión a sus ídolos: Ronaldinho y Ronaldo. Se soñaba con ellos y jugando en posiciones de ataque.
Aunque sabía pelear y también era bueno con el bate, nadie le quitaba de la cabeza su sueño. De pronto, cuando iba a tirar la toalla en el fútbol porque estaba cruzando la barrera de los 17 años y no llegaba a un club profesional, le sonó la flauta.
Su oportunidad
A 40 kilómetros de su casa hubo un club, el San Francisco, dispuesto a darle la oportunidad. Llegó y estuvo pocos meses en las inferiores, porque las condiciones que le vieron lo catapultaron al equipo profesional.
No fue el delantero que soñaba. Sin embargo, como defensor marcaba diferencia.
De ahí en adelante todo pasaría muy rápido para él. Estuvo en San Francisco del 2010 al 2014, año en que los Venados de México decidieron ficharlo. En ese momento le llegó el llamado a la Selección de Panamá, la cual dirige el colombiano Hernán Darío Bolillo Gómez, que no duda en mencionar sus cualidades.
“Es un muchacho juicioso y tiene muchas condiciones, rápido, sale bien desde atrás y de muy buen juego aéreo. Creo que la Copa América de Estados Unidos (Centenario) fue decisiva para que Nacional pusiera sus ojos en él. Ahí va a crecer mucho por la exigencia del club”.
Reinaldo Rueda le da la razón a Bolillo y dice que esa buena Copa América fue decisiva para acercarse y preguntar por el jugador panameño.
“Ahora que está con nosotros veo que todos los días quiere aprender, está siempre abierto a escuchar las indicaciones y estamos satisfechos con su rendimiento”.
Triunfar es su objetivo
A sus 24 años está enfocado en lo que quiere lograr. “Llegar acá y haber sido campeón de la Copa Libertadores me pone muy contento. Aunque no estuve inscrito, el recibir la medalla me hizo sentir campeón, porque todos los logros en este equipo son compartidos y así me quedó claro desde que llegué”.
Ese título fue todo un acontecimiento para los panameños, porque solo dos jugadores en la historia de ese país han levantado el trofeo: Armando Dely Valdés (Argentinos Juniors) y ahora Roderick.
Roderick habla con pasión del fútbol y se le encharcan los ojos, porque dice que tuvo que pasar muchos sacrificios para llegar a esta instancia de su carrera.
Tiene una hija de 3 años, Anahis, y es su principal motor para triunfar. “Soy afortunado por tener a mi lado a una princesa. Fui padre joven y, aunque no es fácil, ha sido una experiencia maravillosa”.
En Medellín no ha tenido problemas de adaptación: “me encanta la comida, la amabilidad de la gente y admiro la belleza de las mujeres”. Tiene cerca a dos compatriotas, Roberto Chen y Felipe Baloy, ambos juegan en Rionegro Águilas y se hablan regularmente.
“En esta ciudad todo el mundo tiene que ver con el fútbol. Las personas siempre están hablando de eso y para uno es muy bueno estar en un ambiente así”. El segundo panameño en la historia de Nacional, tras Román Torres, quiere dejar huella.