La sangre panameña llamó a cuatro jugadoras de la selección femenina

Orgullosas y listas para defender la camiseta de Panamá. Así se sienten las jugadoras Carina Baltrip-Reyes, Adriana García, Yvamara Rodríguez y Gabriela Villagrand, de poder representar a sus raíces panameñas en este largo camino rumbo a la Copa Mundial Femenina de la FIFA Australia y Nueva Zelanda 2023.

Las cuatro seleccionadas nacionales, nacidas fuera de fronteras, pero de padres panameños, calificaron como "un honor" el poder jugar para la selección mayor femenina en estos primeros dos partidos por la fase 1 de las eliminatorias mundialistas.

Y pese a que en ocasiones la barrera del idioma puede dificultar un poco la comunicación, las jugadoras de sangre panameña resaltaron como al final el lenguaje del fútbol une a todo el grupo en una gran hermandad.

"Para mí es un gran honor", expresó Yvamara Rodríguez sobre la oportunidad de jugar para Panamá.

"Siempre he estado muy orgullosa de nuestra bandera y este hermoso país", agregó la nacida en Montreal, Canadá.

Rodríguez, de 29 años, ya tiene varios años vinculada a la selección de Panamá, con participaciones en pasados procesos con la Sub-20 en torneos clasificatorios de la Unión Centroamericana de Fútbol (UNCAF).

La mediocampista de madre y padre panameño definió el grupo como "una hermandad".

"Yo diría: hermanas, ya que definitivamente hay una hermandad", recalcó la jugadora del equipo Surrey United en Vancouver. "Todas nos apoyamos cuando estamos haciendo las cosas bien y cuando no", explicó.

Al igual que Rodríguez, la defensora Adriana García también destacó la oportunidad de poder disputar un partido de eliminatorias mundialistas con Panamá.

"Las chicas son muy amables, sobre todo porque no sé mucho español, y ellas tratan de incluirme en todo y tratan de enseñarme nuevas palabras", dijo la seleccionada de padre panameño.

"Honestamente el equipo es asombroso, y mi papa siempre me dice que juegue por la gloria de Dios y siento que puedo hacerlo con este equipo", destacó la nacida en el estado Virginia en Estados Unidos.

García, de 21 años, juega para la Universidad de Reinhardt en el estado de Georgia.

La jugadora de perfil izquierdo contará con el apoyo de sus familiares desde las gradas del Estadio Rommel Fernández para el encuentro de este jueves 17 de febrero ante Barbados.

"Mi familia está muy emocionada, ellos van a viajar a Panamá el jueves para verme jugar y eso significa mucho para mí y para ellos", expresó.

Goles son amores

Y del club de las cuatro, hay dos que ya saben lo que es anotar un gol con Panamá.

Una es Catrina Baltrip-Reyes, autora del tanto del empate en el último minuto ante Trinidad y Tobago por 1-1, en el segundo partido amistoso en territorio caribeño celebrado el pasado 25 de octubre en el Estadio Ato Boldon.

"No esperaba anotar un gol para serte honesto", confesó la lateral. "Soy defensora y muy pocas veces anotó, por lo que fue muy emocionante cuando sucedió, y ojalá pueda anotar más goles para el equipo", agregó la nacida en el estado de Texas en Estados Unidos.

Baltrip-Reyes, de 23 años, es hija de padre panameño y madre estadounidense.

Su última experiencia fue en el fútbol de Europa al jugar en el Spartak Subotica de la primera división de Serbia.

Graduada en la Universidad de Florida, también aplaudió el buen ambiente que se respira en el interior de la selección.

"Las chicas son muy divertidas, la cultura es muy amena, son chicas que les gusta bailar, cantar, y es genial poder estar con el grupo y conocer a cada una de ellas", indicó.

Al ser consultada sobre su padre, Baltrip-Reyes mencionó lo orgulloso que estaba por verla con la camiseta de Panamá.

"Él está súper emocionado de que yo esté representando al país, y claro, definitivamente estará viendo el partido", indicó.

Por su parte, la atacante Gabriela Villagrand, también celebró un gol y fue clave al poner fin a una sequía de 15 años sin poder derrotar al seleccionado de Costa Rica.

Villagrand, de 22 años, anotó de cabeza en la importante victoria por 2-1 como visitante sobre el onceno costarricense, en el primero de dos partidos amistosos disputados en el Estadio Nacional en San José, en el mes de septiembre del año pasado.

"El gol que anoté en Costa Rica fue muy especial", dijo Villagrand.

"Sé que había pasado mucho tiempo sin poder ganarle a Costa Rica y cuando pude anotar, no lo podía creer, me dije 'wow, le marqué a Costa Rica', y se sintió genial poder ayudar al equipo a conseguir ese objetivo", detalló la recientemente graduada de la Universidad de Angelo State.

La última vez que Panamá había derrotado a Costa Rica en partidos de la selección mayor femenina había sido en el 2006.

Hija de padre panameño y madre estadounidense, Villagrand sonrió al mencionar cómo sus padres estaban pendientes de todos sus pasos con la selección nacional

"Mi papá está súper orgulloso", destacó. "Es muy emocionante el poder representar el país de donde nació y de donde son sus raíces. Él me dice que solo salga y haga lo mejor que pueda y que lo disfrute mientras pueda".

La delantera de área reconoció que no fue fácil al principio por el tema del idioma, no obstante, indicó que con el pasar de las prácticas y los partidos ya ha podido aprender ciertos términos que la han ayudado a comunicarse con sus compañeras.

"La barrera del idioma fue difícil al principio, pero con el tiempo, he aprendido algunos de los términos, y que tengo que decir en el campo de juego, si a la hora de dar un pase o pedir un filtrado, girar o cuando te va un defensa, y todas esas experiencias me han ayudado, y de eso se trata, seguir aprendiendo esas frases y prestando atención", explicó la nacida en la ciudad de Houston, Texas.

"Sé que es un sueño poder clasificar a un Mundial por primera vez, y pienso que este es el equipo que va a poder cumplir con ese sueño, y estoy super feliz de poder representar esta bandera y este país. Ahora tenemos más experiencia, con jugadoras muy talentosas, y siento que este es el año donde podemos clasificar" – Gabriela Villagrand

Villagrand también anotó en el Triangular que se jugó en el mes de julio en el Estadio Nacional Rod Carew cuando marcó uno de los tantos en la goleada por 5-0 sobre República Dominicana.

"Definitivamente que las chicas son familia, son super solidarias, acogedoras, especialmente con nosotras que no hablamos español, nos ayudan, y nosotros también le ayudamos a que puedan hablar algo de inglés, y realmente conectamos muy bien".

La delantera también resaltó la evolución positiva que ha tenido el equipo, luego de formar parte en la selección que no pudo superar la primera fase en el último Torneo Preolímpico que se jugó en suelo estadounidense.

Sobre dicha experiencia en el camino clasificatorio a los Juegos Olímpicos de Beijing, indicó que las cosas son ahora muy diferentes, con un nuevo entrenador y con jugadoras que aprendieron del pasado proceso.

"Sé que es un sueño poder clasificar a un Mundial por primera vez, y pienso que este es el equipo que va a poder cumplir con ese sueño, y estoy super feliz de poder representar esta bandera y este país. Ahora tenemos más experiencia, con jugadoras muy talentosas, y siento que este es el año donde podemos clasificar", dijo la espigada delantera.

Texto: FEPAFUT