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Asma, una enfermedad crónica en la infancia

Enfermedades crónicas

Foto ilustrativa de un inhalador para ataques de asma / Pixabay
Urania Cecilia Molina - CORRESPONSAL DIGITAL
11 2021 - 09:09

Ciudad de Panamá/Entre el 10 y 15% de los infantes que cursan con cuadros de asma severa la mantendrán en su vida adulta. La presencia de tos en horas de la noche o la mañana, ahogos o sibilancia, falta de aire, opresión del pecho y dificultad para respirar son síntomas frecuentes en esta enfermedad.

Anna Jaén todavía recuerda las veces que su hijo mayor permaneció con la cabeza dentro de una “cajita” para recibir el oxígeno que aliviaba el “ahogo” que sufría. Como madre primeriza “moría de miedo” cuando el niño de solo meses de haber nacido entraba en crisis por falta de aire. Doce años después ríe al recordar que las enfermeras ya identificaban al niño y como al verlos en el mes de diciembre decían “llegaron los calendarios” como una alusión al regalo que recibían de su esposo.

Así como Jaén existen miles de madres de familias que en el mundo lidian con el asma infantil, una enfermedad crónica que se manifiesta cuando los nervios que recubren los bronquios se inflaman e impiden el libre paso del aire y aunque el padecimiento afecta a chicos y adultos, en los infantes es considerada como la principal enfermedad crónica.

Episodios incontrolables de tos, los ahogos o sibilancia, la opresión del pecho y la dificultad para respirar son síntomas evidentes de la presencia de la enfermedad que, según los reportes de la Organización Mundial de la Salud en 2019, afectó a 262 millones de personas y provocó la muerte de otras 461 mil.

El asma infantil, un padecimiento el cual produce desasosiego, inquietud y llanto en los niños, pero también angustia, incertidumbre y desesperación en los padres y cuidadores, se abordó durante un seminario que organizó el laboratorio AstraZeneca como parte de las actividades de educación, prevención, síntomas y recomendaciones generales de enfermedades comunes en la población, que llevan a cabo.

Manifestación del asma infantil

La jefa del departamento de Medicina del Hospital Nacional de Niños de la Caja Costarricense de Seguro Social, Lydiana Ávila, explicó que el asma es una enfermedad que se presenta cuando ocurre una broncoconstricción, es decir, una contracción del músculo que tiene el bronquio lo cual produce una respuesta exagerada de la vía respiratoria y la mucosa bronquial, mejor conocida como una hiperreactividad bronquial.

Los estímulos que desencadenan la hiperreactividad bronquial son diferentes en cada persona, pero regularmente se relacionan con enfermedades respiratorias, así como el polvo, humo, polen, pelo de animales, entre otros.

La pediatra-neumóloga señaló que la manifestación clásica de la enfermedad es la del paciente que llega a los servicios de Urgencias con dificultad para respirar y sibilancias que se resuelven con la colocación de inhalaciones del broncodilatador de acción corta, pero existen otras manifestaciones que delatan la presencia de este padecimiento como, por ejemplo, por ejemplo, con tos seca y recurrente ante cambios bruscos de temperatura, así como en las horas nocturnas y primeras de la mañana.

En ese sentido, Jaén recordó que cada vez que su hijo, quien ya cuenta con un diagnóstico de asma, en los primeros años de vida cuando entraba en las crisis que requerían una hospitalización era como consecuencia de un resfriado. Con el paso de los años las enfermedades de las vías respiratorias le siguen ocasionando problemas, pero los medicamentos que le colocan en los servicios de urgencia son suficientes para regular la respiración.

Mientras, Ávila destacó que en un grupo de niños que tienen tos seca durante las noches se ha visto que es una variante de asma, por lo que es importante que los padres informen al médico cuando notan que el niño, cuando hace frío o está durmiendo tose, porque de esta manera se puede realizar un diagnóstico diferenciado de la enfermedad.

El diagnóstico diferenciado es importante porque la presencia de tos no necesariamente va a indicar que se encuentren frente a un paciente con asma, debido a que existen enfermedades de las vías respiratorias que pueden dejar a los niños hasta 22 días después de haberla superado con tos y en los más pequeños existe la posibilidad que se tragaron algún objeto extraño que le provoca sibilancia o dificultad para respirar. “Hay pequeños que revisamos y nos damos cuenta de que se tragaron un maní”, dijo.

Las declaraciones de Ávila también indicaron que el número de niños que pueden desarrollar y padecer esta enfermedad dependerá mucho de los factores ambientales. En climas tropicales como Panamá y Costa Rica está entre uno o dos de cada tres, pero con el tratamiento preventivo y el control de los síntomas de la enfermedad se garantiza un desarrollo normal de los niños, los cuales pueden hacer y participar en actividades físicas propias de su edad.

Las alergias y el asma infantil

Mientras, Jaén detectó desde muy temprano las causas que provocan las crisis de asma en su hijo, Antonia Pérez todavía se pregunta qué origina esta reacción en su nieta de siete años de edad.

Pérez cuenta que la niña, que no tiene un diagnóstico de asma, comenzó con las crisis cuando tenía cuatro años de edad y para tratar de conocer qué le estaba pasando la llevaron a un cardiólogo y a un alergólogo quien le mandó una prueba para determinar si sufría de alergia, la cual salió positiva a los ácaros, pero la duda persiste.

“Realmente, no sabemos a ciencia cierta porqué le da. Algunas veces, cuando va a jugar a casa de los vecinos, lo asociamos al contacto con el pelo de los perros o los gatos que estos tienen, pero no le pasa siempre. En otras ocasiones creemos que le gusta comer muchas burundangas antes de dormir o que cuando estaba chiquita siempre regresaba de donde la bisabuela resfriada”, dice Pérez.

Agregó que lo único que tiene claro, cuando ocurren las crisis, es el temor que le provoca pensar que se le obstruya totalmente la respiración y la impotencia de no poder hacer nada cuando observa la ansiedad de la niña al tratar de conseguir aire porque cuando le da se pone a llorar y se angustia porque se le tapa la nariz y le duele el pecho.

“Afortunadamente lleva varios meses sin crisis”, concretó Pérez.

Al respecto, destacó que en pediatría es muy frecuente el asma provocada por una reacción alérgica, la cual se manifiesta con la broncoconstricción que ocurre al momento en que el paciente entra en contacto con el alérgeno, pero esto no quiere decir necesariamente que sufra o vaya a sufrir de asma. Añadió que igual ocurre en los primeros seis años de vida con las infecciones respiratorias que desencadenan una crisis de asma.

Y es que en los primeros dos años de vida los infantes padecen una enfermedad conocida como bronquiolitis, en el 85% de los casos provocados por el virus sincicial respiratorio que inflama la vía aérea, la llena de moco e impide el paso del aire. Los pacientes comienzan con dificultades para respirar y sibilancias, porque se estrecha la vía respiratoria.

Las estadísticas del Hospital del Niño, José Renán Esquivel, dieron cuenta de que en el pasado 2020 se presentaron 469 casos de asma y 738 de bronquiolitis aguda no especificada, mientras en el 2019, por asma se dieron 2 mil 772 consultas y por bronquiolitis aguda no especificada 4 mil 436. En el 2020 la pandemia de la Covid-19 afectó los servicios de consulta médica de todos los hospitales.

La pediatra-neumóloga advirtió que el virus sincicial y el rhinovirus están asociados a la crisis y posterior desarrollo del asma infantil, porque está comprobado que entre el 10 y 15% de los casos severos o en los cuales existen antecedentes de asma en la familia la enfermedad puede permanecer hasta la vida adulta, aunque entren en remisión a partir de los cuatro años de edad lo cual ocurre cuando el paciente lleva meses sin presentar crisis y se le puede suspender el tratamiento.

Un estado en el que probablemente se encuentra tanto el hijo de Jaén como la nieta de Pérez que llevan años y meses sin tener una crisis de asma para fortuna de sus familiares.

Aparte de los medicamentos los padres de familia y los cuidadores de los niños pueden tomar medicinas dentro de casa para prevenir la aparición de crisis de asma como utilizar deshumificadores, eliminar alfombras, dejar de adornar las camas con peluches, no fumar, sacar a las mascotas de las habitaciones, caminar o hacer ejercicios al aire libre, limpiar el polvo y el moho de las superficies, evitar la utilización de desinfectantes con olores fuertes y penetrantes para limpiar la casa, por mencionar algunos.

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