Se avecina importación de al menos 2 millones de quintales de arroz

Importación de arroz

Imagen ilustrativa de espiga de arroz. / Pixabay

Ciudad de Panamá, Panamá/A fuego lento. La pretendida intención gubernamental de importar al menos 2 millones de quintales de arroz “lo más rápido posible” por estar en un “año electoral”, no es bien vista por un sector de los productores, quienes aseguran que no pueden avalar una importación “por temas políticos”.

La propuesta de importación llegó a la Cadena Agroalimentaria de este rubro en la voz del ministro de Desarrollo Agropecuario, Augusto Valderrama, según informó el presidente de la Federación de Arroceros de Panamá, Gabriel Araúz, quien agregó que de acuerdo con el último inventario hay arroz hasta el 17 de agosto.

El ministro sustenta que la importación se traiga lo más rápido posible porque estamos en un año electoral y los molinos sustentan que hay algunos que no tienen el grano”, pese a que hay suficiente, reiteró Araúz.

Sin embargo, el productor e industrial Virgilio Athanasiadis aseguró que existe la necesidad de importar el grano para evitar un próximo desabastecimiento, y que esta podría ser de aproximadamente 2 millones de quintales o de un millón 700 mil quintales.

Athanasiadis negó que esto tenga que ver con el periodo electoral, como argumenta un sector de los productores, y afirmó que en los próximos días se debe definir la cantidad a importar.

El también industrial aprovechó la oportunidad para solicitar una mayor cordura de parte de los dirigentes, a fin de evitar lo que llamó “declaraciones irresponsables”.

Sostuvo que la importación “de que viene, viene”, mientras anotó que la seguridad alimentaria debe ser el norte que guíe al sector productivo, en bien de los consumidores. Este martes 12 de marzo la Cadena Agroalimentaria de Arroz se reunirá para definir este tema.

Integrada por los productores, molineros, representantes gubernamentales y por los distribuidores de alimentos, la Cadena tiene entre sus funciones analizar el abastecimiento del rubro, a fin de garantizar la disponibilidad a los consumidores y, en caso necesario, recomendar las importaciones. 

Durante la gestión del presidente Laurentino Cortizo una buena parte del grano importado ha ido a parar al Instituto de Mercadeo Agropecuario (IMA), entidad que mediante las llamadas agroferias ha quedado a cargo de la venta del arroz de primera que, sin mayores explicaciones, ha desaparecido de las estanterías de los comercios.

Luego de pasar varias horas en largas filas, en las agroferias del IMA los ciudadanos pueden comprar una libra del grano de primera a 0.25 centavos, cinco libras en 1.25 dólares y una bolsa de 20 libras le cuesta 5 dólares.

Desde el 2014 el arroz de primera está regulado para que el precio al consumidor sea de 40 centavos la libra y de 2 dólares las cinco libras, mientras que el grano especial está a libre oferta y demanda, por lo que el precio al público depende de la industria molinera y de los comerciantes

Araúz aclaró que no es que los productores no quieran ventilar el tema de la importación, pues “hay tiempo todavía”, señalando que actualmente hay temas más importantes, como es el pago de la compensación, ya que los arroceros están a escaso mes y medio de iniciar la siembra.

Los productores reclaman una deuda que aseguran suma unos 130 millones de dólares, cantidad que el viernes el ministro Valderrama aceptó que “en todo este año 2024” tienen que pagar, “pero eso es al mes de diciembre”, aunque el gobierno que representa termina en julio próximo.

El ministro Valderrama, dijo Araúz, “es muy ágil en usar esa palabrería y tratar de confundir a todo el mundo” y ahora sale a decir que la deuda la va a pagar la próxima administración, después que afirmaba que su gobierno tenía la plata para cancelar.

A este inconveniente que enfrentan los arroceros se les suma una pobre y escasa producción de semillas certificadas.

Pero, Edwin Araúz, de la Asociación de Productores de Semillas de Panamá (Aprosepa), sostuvo que antes del 2005 en el país solo se utilizaba un 10% de semillas certificadas, cifra que hoy día alcanza un 70%.

Lo cierto es que de acuerdo con diversos productores desde hace varios años el sector está “a pie” en cuanto a este tema y las variedades que se utilizan ya no tienen la aceptación, pues no reúnen las condiciones requeridas.

La ausencia de semillas no adecuadas ha traído como consecuencia el contrabando y la importación ilegal de material genético al país, donde supuestamente hay involucrados tanto productores como miembros del Comité Nacional de Semillas, que también son multiplicadores de semillas certificadas, afirmó el presidente de la Federación de Arroceros de Panamá.

El Comité Nacional de Semillas es el encargado de registrar, darle seguimiento y verificar la calidad de las semillas a sembrar en el territorio nacional.

Esto es delicado, porque se pone en riesgo la seguridad fitosanitaria del país en este rubro y quizás en otro, porque este material se vende y no sabemos si tiene alguna bacteria, hongos u otras características negativas”, apuntó.

Agregó que esta es una realidad que se le ha dicho al ministro Valderrama, sin mayor resonancia, y que se comenta que este año ya los contrabandistas tienen una semilla nueva que van a reproducir, por lo que la asociación de productores está detrás de esto para que se investigue.

Pero eso lo haremos en el próximo gobierno, pues en estos momentos no hay credibilidad, ya que a sabiendas de lo que sucede usted le pregunta a los funcionarios y nadie sabe nada”, puntualizó Araúz.

Productores consultados, que prefirieron la reserva de sus nombres, aducen que esta situación se debe a que en el MIDA se han olvidado de la transferencia de tecnología, pues durante esta administración “se han dedicado a levantar estadísticas y saber cuánto se ha sembrado y cuánto se ha cosechado, para de esta manera proyectar cuánto se va a importar”.

De igual manera, indicaron que el Instituto de Investigaciones Agropecuarias de Panamá (Idiap) solo ha tenido un “cambio cosmético de nombre” a Instituto de Innovación Agropecuaria de Panamá, sin mayor impacto en la producción de semillas certificadas, mientras que sin fondos suficientes el Banco de Desarrollo Agropecuario (BDA) no los puede financiar para adquirir un buen material genético.

Al final del camino, Araúz aseguró que no hay semillas adecuadas para enfrentar el tema del cambio climático y menos para la siembra en secano, pues la mayoría de las semillas que se cultivan en el país son para ser utilizadas en sistemas de riego.

En Panamá un 90% de la producción arrocera es realizada bajo el sistema de secano, falta de lluvias, y apenas un 10% corresponde al sistema de riego.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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