Contenido Exclusivo | Habitantes de calle: El otro rostro de la ciudad

En los últimos años en Panamá, sumado al vertiginoso crecimiento urbanístico y poblacional, enfrentamos grandes desafíos sociales, entre ellos, el aumento de los habitantes de calle.

Habitantes de calle / TVN Noticias
Jocelyn Mosquera - Periodista
26 2025 - 19:57

Ciudad de Panamá, Panamá/En la ciudad de Panamá, la presencia de personas en situación de calle es una realidad cada vez más visible. En cada esquina, sobre todo en barrios populares como Calidonia, Santa Ana, Curundú, Pedregal, Tocumen, 24 de Diciembre, Pacora y San Miguelito, se les puede ver pernotando, invadiendo espacios públicos y privados, terrenos baldíos, puentes peatonales y vehiculares.

El Censo Nacional de Población y Vivienda 2020 registró unas 400 personas en condición de calle solo en la provincia de Panamá, cifra que aumentó a 600 en este año. La mayoría de las personas con adicciones y al menos tres de cada 10 padecen trastornos mentales.

Las estadísticas muestran que de la totalidad de habitantes de calle, un 20% son mujeres, algunas en su plena juventud y otras hasta embarazadas.

Pero hay nuevos agravantes: En los últimos meses esta realidad ha comenzado a empeorar, pues ahora entre los habitantes de calle hay migrantes que intentan realizar su travesía de vuelta a sus países de origen al fracasar en su intento por llegar a Estados Unidos.

Tal es el caso de una chica de 25 años que conocimos, a la cual llamaremos "Diana". Hace meses cruzó el tapón de Darién con sus hijos de 2 y 4 años en busca de un mejor futuro, pero no lo logró.

Hoy, con lágrimas corriendo por su rostro, nos dice: “Han sido ocho meses durmiendo en la calle, mendigándole a la gente y viviendo de lo que ellos nos dan”.

Diana, al igual que otro grupo de migrantes irregulares que también tienen niños, se concentra en zonas muy concurridas de la ciudad, a la espera de recibir ayuda para retornar a sus países de origen.

Las adicciones son un problema grave, que afectan profundamente la salud física, mental, emocional y social de las personas, creando un ciclo difícil de romper, pero ¿qué factores llevan a una persona a vivir en las calles?

En Panamá existen varios centros y albergues que se dedican a la atención de personas en situación de calle, la mayoría copados y con muchas necesidades.

El Centro de Orientación Integral San Juan Pablo II es uno de los que recibe a estas personas y les brinda alimentos, techo y una oportunidad de resocializarse.

Ariel López, director del centro, dice que es muy difícil realizar esta tarea, porque las personas muchas veces abandonan el proceso.

Recalca que lo más importante para atacar el problema es que los gobiernos trabajen en la prevención y en campañas que lleguen sobre todo a niños y jóvenes.

La adicción en general no mide edad, clase social ni género. Una vez que se cae, salir de ese mundo es complejo; así lo considera Guillermo Tribaldos, el primer bailarín del Ballet Nacional de Panamá y Latinoamérica.

El consumo de drogas y alcohol le apagó repentinamente las luces de su escenario. Hoy en día vive en el albergue San Juan Pablo II, tras haberse sometido a un largo proceso de rehabilitación.

El mensaje de Tribaldos es sencillo: “Trabajar en prevención es la clave”.

Aunque los habitantes de calle son un problema global, hay formas de enfrentar este flagelo que atenta contra la dignidad humana y afecta la productividad del país.

Hay que estudiar e identificar las causas, fortalecer la prevención, diseñar y poner en marcha políticas públicas y estrategias efectivas que incluyan la recuperación de aquellos que terminan en nuestras calles.

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