Productores se oponen a la importación de más cebolla y a compras que realiza el IMA

Ciudad de Panamá, Panamá/Luego de que la cadena agroalimentaria de la cebolla aprobó la importación de 30 mil quintales del bulbo para julio próximo, ahora los importadores buscan que se les autorice un total de 60 mil quintales más, previendo posibles afectaciones climáticas, pero los productores aseguran que “no hay necesidad” para ello.

Rogelio Cruz, presidente de la Asociación de Productores Hortícolas de Boquete y miembro de la citada cadena agroalimentaria, explicó que en abril de este año la producción nacional arrojó un sobrante de 50 mil quintales, 34 mil en mayo, una proyección de 31 mil en junio y 35 mil para julio, para un total de 150 mil quintales, lo que demuestra que “estamos cubiertos con 100 mil quintales”.

En Panamá, el consumo promedio mensual de cebolla es de 50 mil quintales, unos 600 mil quintales al año, una cifra que los productores aseguran que el Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA) viene repitiendo durante los últimos 15 años.

“No le veo la razón” para traer más cebolla, dijo Cruz, quien detalló que el costo de producción del bulbo por hectárea es de $20 mil, por lo que pagar por el quintal $35 es una “falta de respeto”, pues por el quintal debe pagarse al menos a $44 para obtener un promedio de 18% de utilidad sobre la inversión que se hace en ocho meses.

José Alfonso Gago, de la Asociación de Comerciantes y Distribuidores de Víveres y Similares de Panamá (Acovipa), dijo que todo se deriva de que al parecer “hay un error en el inventario” hecho por el MIDA y otras entidades estatales, por lo que no se conoce la cantidad real de la existencia del bulbo, pues hay mucho producto afectado, sobre todo en el área de Natá, provincia de Coclé.

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El importador indicó que en el mercado no hay tanta cebolla, “a menos que la tengan guardada, esperando que el precio suba”, por lo que, para tratar de remediar esta situación, los miembros de la cadena agroalimentaria se reunirán el martes venidero “para ver si tenemos inventarios más reales”.

Del MIDA no se obtuvo respuesta sobre la aparente inexactitud del inventario.

Año tras año, la importación del bulbo también trae protesta de los cebolleros de Tierras Altas, quienes se oponen a que se traiga cebolla de los Países Bajos (Holanda), “alegando temas de sanidad que hasta el momento han quedado sin sustento”, dijo una fuente oficial que prefirió el anonimato.

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Agrupados en la cadena agroalimentaria de la cebolla, los productores igualmente se quejan de la iniciativa del Instituto de Mercadeo Agropecuario (IMA) de comprarle 40 mil quintales del bulbo a los agricultores de Natá, en la provincia de Coclé, producto que la entidad anunció que venderá a cinco libras por un dólar.

Los cebolleros aseguran que, además de ser una acción “torpe” por parte del IMA, esto afecta no solo al productor, sino a toda la comercialización, pues aducen que cada vez que esta entidad gubernamental compra cebolla se cae la libre oferta y demanda, y que la compra a los natariegos no es más que “pan para hoy, hambre para mañana”.

Consultado, el director del IMA, Nilo Murillo, sostuvo que el problema básico es que los cebolleros tienen un punto fuerte de inflexión a la producción y cosecha de cebolla del área de Natá, donde los productores lamentablemente se topan con los meses donde las lluvias comienzan a arreciar, colocándolos en una posición de perder la cosecha.

Pero mientras esto sucede en Natá, el funcionario aseguró que “en otras latitudes” la gente guarda la cebolla para venderla en un momento dado a un precio mucho más alto, por lo que “nosotros vamos a comenzar a ponerle orden a esto” porque “ningún intermediario puede llegar a burlarse de qué costo produce un agricultor, o a qué precio le va a comprar”.

Dijo que en esa región de la provincia de Coclé se produce una cebolla que tiene una ventana de producción de tres semanas y que luego caen las lluvias, logrando sacar 30 mil o 35 mil quintales, por lo que “claro que hay que comprarles”.

La compra se hace a razón de $50 el quintal, “porque es la manera justa donde ellos pueden ganar, y nosotros en el IMA le vendemos al consumidor la cebolla a un dólar las cinco libras porque si no se daña o se pudre en el campo”.

Murillo afirmó que este es el tema, aunque es más fácil pensarlo nada más como una distorsión comercial y no como un asunto de salvar al productor.

El director del IMA se preguntó que si lo que se quiere es que todo el tiempo se tenga que estar trayendo cebolla de afuera, contestándose que si esto es así, “entonces ese es el negocio de alguien que le está afectando lo que hacemos”.