La Constitución que acabó con la medida que silenciaba a las mujeres en Panamá

Historia de Panamá

Hace 76 años las mujeres consiguieron en la Asamblea Constituyente de 1945 votar y ser elegidas por primera vez.

Miembros de la Asamblea Constituyente de 1946. De izq.a der. Agustín Ferrari, Jacinto López y León, Abilio Bellido, Esther Neira de Calvo, Harmodio Arosemena F., Didacio Silvera, Domingo H. Turner, Diógenes de la Rosa, José Isaac Fábrega, Enrique Ruíz Vernacci, Manuel Varela Jr.
Miembros de la Convención Nacional Constituyente (1947). De izq.a der. Agustín Ferrari, Jacinto López y León, Abilio Bellido, Esther Neira de Calvo, Harmodio Arosemena F., Didacio Silvera, Domingo H. Turner, Diógenes de la Rosa, José Isaac Fábrega, Enrique Ruíz Vernacci, Manuel Varela Jr. / Colección Ricardo López Arias

El 15 de junio de 1945 inicia el debate de la tercera constitución de la República de Panamá. En esta tercera Asamblea Constituyente participan por primera vez dos mujeres: Gumersinda Páez y Esther Neira de Calvo.

Resulta a veces difícil recordar que las mujeres panameñas tenemos solo 76 años participando en la vida política del país. Ahora que la ciudadanía se plantea la posibilidad de convocar a una Asamblea Constituyente no podemos siquiera imaginar que la mitad de la población del país no esté activamente involucrada en este proceso fundamental para la democracia nacional.

Fue así como en la constituyente de 1945 por primera vez las mujeres pudieron participar en una elecciones en igualdad de condiciones que los hombres, además fue una oportunidad de oro para incorporar sus perspectivas sobre todos los asuntos que impactaban en ese momento a la sociedad panameña.

Las elecciones para la mencionada constituyente fueron convocadas formalmente por el decreto Nº12, del 2 de febrero de 1945 y decía: “artículo 2: Puede votar toda persona varón o mujer en pleno goce de sus derechos y que haya cumplido 21 años”. Y en el “artículo 3: Puede ser elegido delegado principal o suplente todo panameño varón o mujer en pleno goce de sus derechos mayor de 25 años, que no esté impedido por este decreto”.

Para el abogado constitucionalista y director del Instituto de Estudios Democráticos del Tribunal Electoral, Salvador Sánchez “lo que ocurre en el 45 es que ya había un antecedente, que fue la constitución de 1941, donde se había iniciado una apertura, aunque muy limitadamente, no todas las personas podían participar, pero ya se habían empezado a abrir la posibilidad para votar a ciertas mujeres, así como para ocupar cargos públicos y de responsabilidad, eso fue un hito. Por lo que cuando en el 45 empieza la convocatoria a la constituyente es ahí donde de facto las mujeres tienen la primera oportunidad para votar y ser elegidas sin ninguna limitación”.

La campaña por el voto femenino

Cuando el 30 de diciembre de 1944, el presidente Ricardo Adolfo de la Guardia anunció la convocatoria a las esperadas elecciones, las mujeres se organizaron para participar.

Por un lado estaba Clara González y el grupo de asociadas al Partido Nacional Feminista, que se organizaron y fundaron la Unión Nacional de Mujeres el 31 de diciembre de 1944 para tratar de garantizar que las mujeres disfrutasen de plenos derechos y tuvieran las mismas oportunidades que los hombres en la contienda electoral.

Por otra parte, el 9 de enero de 1945 otro grupo de mujeres aglutinadas en torno a Esther Neira de Calvo constituyen la Liga Patriótica Femenina que promovía en una de sus consignas: “trabajar porque el mayor número de mujeres panameñas participe en los próximos comicios electorales: porque su intervención en el torneo político en que actuará por primera vez prestigie su causa; porque su trabajo en la Asamblea Constituyente contribuya a darle a la República una Constitución democrática que consulte los valores eternos de la libertad y de honor, y el bienestar y el progreso nacionales y que garantice la soberanía de la República”.

El 11 de marzo la Unión Nacional de Mujeres postuló a Clara González a la Constituyente junto a Graciela Rojas Sucre y Magdalena Icaza de Briceño como suplentes.

Por la Liga Patriótica Femenina se propusieron como candidatas a Esther Neira de Calvo con sus suplentes: Carlos L. López y María Olimpia de Obaldía; y a Gumersinda Páez, ambas además, fueron postuladas por otros partidos políticos.

Neira de Calvo, aunque aparece en los anales como diputada independiente, fue respaldada por el Partido Conservador, el Partido Liberal, el Partido Demócrata, el Partido Nacional Revolucionario y el Partido Liberal Doctrinario. Mientras a Gumersinda Páez fue apoyada por el Partido Nacional Revolucionario.

Hay que destacar que muchas mujeres fueron candidatas suplentes en esas elecciones. Entre ellas: Marina Ucrós, Stella Sierra de Ruíz Vernacci, Emelina E. de Romero, Ana de Calvo, Elvira Ayala y Raquel W. de Ducruet, que resultó electa.

En Colón se presentó la candidatura de libre postulación de Felicia Santizo de García, destacada fundadora del Partido Nacional Feminista y de la Unión Nacional de Mujeres y en ese momento militante del Partido del Pueblo.

La campaña fue muy movida. Ambos grupos recorrieron todo el país motivando a las mujeres a votar. Fue un gran despliegue en el que realizaron reuniones, conferencias públicas y charlas radiofónicas para promover la participación política de las mujeres. La prensa de la época recoge la actividad que ambos grupos de mujeres llevaron a cabo a lo largo del país.

Las primeras diputadas

En las elecciones del 6 de mayo de 1945 solo resultaron electas dos mujeres de un total de 51 diputados. Esther Neira de Calvo como diputada nacional y Gumersinda Páez como diputada por la provincia de Panamá.

Esther Neira de Calvo obtuvo un total de 56,201 votos, mientras Clara González 30,000.

Fue así como llegaron a la Asamblea Constituyente las dos primeras diputadas de la república de Panamá.

La mesa directiva quedó constituida por Rosendo Jurado como Presidente, Harmodio Arosemena fue el primer vicepresidente, Gumersinda Páez, segunda vicepresidenta y Domingo Turner quedó como secretario General.

A Esther Neira de Calvo se la incluyó en la primera Comisión Legislativa que se nombró para revisar el proyecto de Constitución Nacional presentado al gobierno por los comisionados José Dolores Moscote, Ricardo J. Alfaro y Eduardo Chiari.

Aunque estas dos mujeres representan visiones y realidades totalmente diferentes, ambas levantaron su voz durante los debates de la nueva constitución en especial en temas como la educación y libertad religiosa, aunque con posturas un tanto conservadoras.

Sin embargo, defendieron temas tan álgidos como la educación, la salud, la familia y las libertades religiosas, la igualdad de derechos de las mujeres, la creación de guarderías infantiles, el reconocimiento de la paternidad y la unión de hecho, la igualdad de salarios entre hombres y mujeres por el mismo trabajo, la seguirdad social para las embarazadas y en el caso de Páez, los derechos de la comunidad afroantillana.

Entre los hitos más destacados de la participación de las mujeres en la constituyente del 45 está que ambas diputadas, además de Raquel Walker de Ducruet, en calidad de diputada nacional suplente, firmaron la Constitución de 1946 que proclamó por primera vez la igualdad de derechos políticos para las mujeres.

Además, firmaron la Carta de San Francisco, constitutiva de las Naciones Unida, donde se proclamó por primera vez la igualdad de hombre y mujeres.

Gumersinda Páez ocupó en noviembre de 1945 la presidencia de la Asamblea en sustitución del titular, convirtiéndose en la primera mujer en ocupar ese cargo.

“Las mujeres panameñas vienen redactando constituciones desde la Constitución del 46. Siempre han sido parte de las asambleas en las que se han tomado las decisiones sobre reformas constitucionales desde entonces, es decir, que en la del 72 había mujeres, pero además en todas las reformas desde entonces hay mujeres acuando se debaten y hoy en día es impensable que las mujeres no participen como ciudadanas en pie de igualdad con los hombres", afirmó Sánchez.

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