Bloque de países busca frenar comercio de instrumentos de tortura y muerte
La Unión Europea, con el apoyo de países latinoamericanos, inició un esfuerzo integrado este lunes para poner freno al comercio de instrumentos de tortura o para uso en ejecuciones, en una idea que abarca desde garrotes con puntas hasta cócteles letales.
Argentina y Mongolia ya se asociaron formalmente a los europeos en esta iniciativa y se espera la incorporación de más de medio centenar de países -incluidos México y Brasil- al margen de la Asamblea General de la ONU, en Nueva York.
Cecilia Malmström, comisaria de la UE para el Comercio, dijo que se busca una declaración política en favor de un compromiso para luchar contra el comercio de esos instrumentos.
La idea, sin embargo, aún no atrae a países como Irán, Arabia Saudita o China, que realizan ejecuciones periódicamente, o Estados Unidos, que utiliza en los condenados a muerte inyecciones letales con productos que la UE quiere prohibir.
De acuerdo con la ONG Omega Research Foundation, de los 57 países que confirman la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), Estados Unidos es donde más se utilizan pulseras y cintos que aplican descargas eléctricas, en general para controlar detenidos.
Aunque esos aparatos no son activados "constituyen un maltrato, por mantener a quien lo porta ante la amenaza permanente del dolor", destacó esa entidad basada en Londres.
Malmström, sin embargo, destacó que la iniciativa "no se destina a ningún país específicamente", y además admitió la dificultad en establecer una distinción entre los instrumentos de tortura y equipos "que pueden tener una utilización legítima".
La funcionaria también reconoció que a veces se utiliza la tortura "en nombre de la lucha contra el terrorismo", que constituye una prioridad de numerosos países.
Por el momento, dijo Malmström, no hay números fiables sobre el tamaño del comercio de estos equipos, y apuntó que la iniciativa de la UE se propone "acumular estadísticas" para evaluar mejor ese mercado.