Cierre de bancos causa estragos en Grecia
Angustiados jubilados griegos acudieron el lunes a las sucursales bancarias cerradas con la esperanza de cobrar sus pensiones y largas filas se formaron en las cajas automáticas en el primer día en que los griegos sufrieron la imposición de estrictos límites a la cantidad de dinero que puede retirarse de las cuentas bancarias.
El lunes entraron en vigor disposiciones ordenadas por el primer ministro Alexis Tsipras, quien el fin de semana convocó a un referendo el próximo domingo para aceptar o rechazar las propuestas de los acreedores a Grecia. En tanto, los griegos trataban de anticipar el impacto que esas medidas traerán a sus vidas.
Tras la ruptura de las pláticas entre Grecia y sus acreedores el país enfrenta una de las más agudas crisis económicas en años y se queda sin tiempo para conseguir el dinero que necesita para evitar la bancarrota.
Esos temores desataron los temores de que ocurriera una corrida bancaria, un caótico impago de la deuda y su salida de la divisa común europea. Como resultado el gobierno impuso un límite de retiro de 60 euros (67 dólares) diarios en cajas automáticas.
Las medidas se fijaron un día antes de que se venza el plazo para que Gracia haga un pago de 1.600 millones de euros al Fondo Monetario Internacional. Es improbable que el país pueda cumplir con sus compromisos financieros.
Pero el programa de rescate a Grecia expira el martes, lo que significa que el país no tendrá acceso a recursos si no ha alcanzado un acuerdo con los acreedores.
Durante meses el gobierno de izquierda radical griego, electo en enero tras prometer que acabarían con la odiada austeridad a la que se culpa de la aguda recesión que aqueja al país ha fracasado en su intento de llegar a un acuerdo con los acreedores, que piden una serie de reformas y ajustes presupuestales que el gobierno se rehúsa a aceptar.
La perspectiva de que la economía griega se despeñe afectó a los principales mercados bursátiles. En Europa el índice Stoxx 50, que donde cotizan las principales acciones del continente bajó 2,5% mientras el DAX alemán cayó 3,6%, además de que hubo señales de que los problemas de Grecia podrían ser contagiosos ya que economías altamente endeudadas como Italia y Portugal vieron cómo aumentaban las tasas que pagan a los ahorradores.
Los inversores temen que Grecia abandone el auto y deje de pagar sus deudas, que tienen un importe de 30.000 millones de euros, lo que podría afectar la recuperación de la economía mundial y generaría dudas acerca de la viabilidad del euro a largo plazo.
"La mayor preocupación en el mercado es que si Grecia cae en impago y abandona el euro, quizá otros se sientan tentados a hacer lo mismo", dijo Gary Jenkins, principal estratega de crédito en LNG Capital. "Por tanto, todo el proyecto de la eurozona está en riesgo de derrumbe".
Tsipras llama a los griegos a rechazar las propuestas en referendo que crecientemente se ve como una votación sobre la permanencia del país en la Unión Europea.
El mensaje fue rechazado por líderes europeos.
"Les pido a los griegos que voten a favor del sí. Me gustan mucho los griegos y por eso les digo: 'No deben suicidarse por temor a la muerte''', dijo el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.
Las negociaciones con Grecia no estaban muertas, dijeron la canciller alemana Angela Merkel y su segundo al mando, siempre y cuando los griegos respalden esa postura en la votación del domingo.
"Debe quedar claro lo que está en juego: Se trata esencialmente de si permanecen o no en la eurozona", dijo el vicecanciller Sigmar Gabriel.
En Grecia, la sensación de intranquilidad era evidente en la cantidad de jubilados que hacía fila en sucursales bancarias con la esperanza de que se abrieran. Muchos ancianos griegos no cuentan con tarjetas que les permitan hacer retiros y deben hacerlos personalmente en las cajas, por lo que se les cerró totalmente el acceso al dinero.
"Llegué aquí a las 4 de la mañana porque necesito mi pensión", dijo Anastasios Gevelidis, de 74 años, una de las 100 personas que esperaba afuera de la sucursal del Banco Nacional en Tesalónica, la segunda ciudad más importante del país.
"No tengo tarjeta, no sé qué va a pasar, ni siquiera tenemos dinero para comprar pan", dijo. "Nadie sabe nada. Un empleado del banco vino a las 8 de la mañana y nos dijo 'no recibirán dinero', pero supimos que hay 70 sucursales que están abiertas".
Además de los acontecimientos en los bancos, grandes filas se hicieron en estaciones de gasolina ya que los automovilistas trataban de llenar sus tanques y pagar con tarjetas de crédito mientras éstas sean aceptadas.
Los pagos y transferencias electrónicas se permiten pero sólo dentro de Grecia. El gobierno señaló que los controles no afectarían a los turistas extranjeros, quienes no tienen límite para hacer retiros en efectivo en cajas de bajos extranjeros.
Para casos de emergencia, como la importación de medicinas o el envío de remesas, el Tesoro griego creó un comité de aprobación de transacciones bancarias para examinar solicitudes caso por caso.