BID ofrece 2 mil millones de dólares a Panamá
Panamá le debe al BID 2.500 millones de dólares.
Una cartera de 2.000 millones de dólares ofrecerá el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para proyectos de desarrollo sostenible en Panamá del 2015 al 2019, anunció hoy el representante de la institución en el país centroamericano, Fidel Jaramillo.
El BID apuesta en el quinquenio 2015-2019 por apoyar los proyectos de inversión en mejoras de la educación, salud, infraestructura y logística, para lo cual su línea de crédito ronda los 2.000 millones de dólares.
La institución calcula que este año asignará unos 550 millones de dólareso, dijo Jaramillo en rueda de prensa.
"Si seguimos el historial de los préstamos, alrededor del 25 % deben orientarse hacia el sector de educación y fortalecer el capital humano", en el contexto del objetivo de apoyar a Panamá para mantener un "crecimiento sostenible, participativo e incluyente", dijo el experto.
Recordó que el año pasado el BID asignó una cifra "récord" de 600 millones de dólares en préstamos a Panamá.
Todos los empréstitos que adquiere el país con el BID tienen una tasa de amortización con un interés a la tasa Libor más un porcentaje para la administración del mismo crédito, similar a los demás organismos financieros internacionales, pero "inferior a las tasas de mercado", especificó Jaramillo.
Reconoció que no se puede hablar todavía de cifras asignadas por prioridad o año de la llamada Estrategia para Panamá (EBP) 2015-2019 porque se tiene que definir, en conjunto con el gobierno, los proyectos específicos en las áreas de apoyo escogidas.
La EBP 2015-2019 se concentrará en mejorar la prestación de servicios básicos a la población en situación de pobreza; fortalecer el perfil educativo de la población; y profundizar los servicios logísticos, la eficiencia y la conectividad de la infraestructura productiva.
En cada uno de estos objetivos, la Estrategia dará especial atención a las poblaciones en situación de pobreza y pobreza extrema e incorporará, según corresponda, los temas de género, diversidad, integración, cambio climático y capacidad institucional de las contrapartes locales.
Como un "eje horizontal" en todos los proyectos subyace el manejo con "transparencia" y "rendición de cuentas" para garantizar el buen uso de los recursos anotó, por su lado, la gerente general de BID para México, Centroamérica y República Dominicana, Gina Montiel, quien acompañó a Jaramillo en la rueda de prensa.
Apuntó que no solo eso espera el BID, sino que ahora está apoyando a todos los países de la región a mejorar la administración tributaria con herramientas modernas para el sistema de recaudación, porque "interesa saber quién genera los ingresos, cómo los cobran" para que la ciudadanía tenga acceso a esa información.
Montiel defendió la orientación de la financiación que ofrece el BID porque es producto del análisis de los "desafíos del desarrollo" que enfrenta Panamá que, al igual que sus vecinos, "no pueden enfrentarlos solos".
El economista principal del BID para la región, Jordi Prat, resaltó que la economía de Panamá es "muy dinámica" y se espera que en los próximos dos años siga creciendo el 6 % anual, luego que entre 2008 y 2014 lo hizo a un promedio del 8 %.
Consideró que Panamá muestra cifras macroeconómicas aceptables, con un déficit fiscal de menos del 2 % en 2015 y que, en el actual contexto internacional, debe apostar al desarrollo logístico porque "es la clave" para aprovechar su posición geográfica privilegiada.
No obstante, reconoció que la crisis de los "commodities" puede afectar las cifras del comercio que pasa por el Canal de Panamá, dada la reducción de las exportaciones sobre todo desde Sudamérica.
Pero, añadió, esa situación se ve compensada por la recuperación de Estados Unidos, destino principal de las exportaciones panameñas, y de la mejor situación de Centroamérica y República Dominicana respecto a Suramérica.
Señaló que el país debe aumentar la productividad, "que no ha crecido" pese a la bonanza económica; velar por la estabilidad fiscal, y continuar la senda de la reducción del peso de la deuda pública, de 20.000 millones de dólares, respecto al producto interno bruto, que según cifras oficiales preliminares calculó en 52.000 millones de dólares en 2015, por lo que se mantiene en el 39 %.