Analizan el efecto para Panamá tras elección de Trump en Estados Unidos
El presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Panamá, Jorge García Icaza, reconoció que la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos no significará un impacto “mayor” en sus relaciones con Panamá.
Según García Icaza, Panamá ha podido llevarse bien tanto con gobiernos demócratas como republicanos, justo el partido que regresa a la Casa Blanca en enero de 2017, tras ocho años de dominio demócrata.
Sin embargo, aseguró el líder empresarial, el país sí podría verse tal vez golpeado por las medidas que tome Trump contra países de la región. Por ejemplo, si decide emprender modificaciones a Tratado de Libre Comercio (TLC) con Chile.
“En la medida en que Sudamérica o cualquier país de la región se vea afectado, se afecta el tránsito por el Canal”, sostuvo en Noticias AM.
Otro ejemplo: Trump se decanta por exportar carbón frente al Gas Natural Licuado, uno de los grandes protagonistas de la ampliación del Canal.
En la medida en que Estados Unidos –uno de los productores de este tipo de energía- rebaje su cuota de producción, menos buques metaneros utilizarán las nuevas esclusas para conectar la costa este estadounidense con los apetitosos mercados asiáticos.
Aun así, Fernández cree que Trump moderará su discurso una vez llegue al Despacho Oval. “Una cosa es ser candidato a presidente y otra es ser el presidente”, dijo.
Para él, la presión del establishment (grupo que ostenta el poder) le dirá por dónde debe conducirse el país.
El líder empresarial panameño dijo ver los primeros síntomas de eso anoche, cuando Trump dio su discurso de victoria. “Sentimos a un Trump más conciliador. Da un poco de esperanzas”, agregó.
Sin embargo, reconoció que la llegada sigue siendo una “incertidumbre” para los mercados mundiales. “El mercado ha hablado claro. Han ido a la baja las bolsas, se ha visto una reacción muy grande”.
La misma preocupación está entre la comunidad latina, que no fue tan decisiva como los analistas proyectaban. Ahora unos 11 millones de indocumentados, sobre todo mexicanos, están en el limbo.
“No se va a dar esa deportación masiva, pero sí habrá un movimiento claro de deportaciones. Y eso tendrá impacto en la economía. Esos migrantes mandan remesas a sus países, y mayor cantidad de familiares viajan a Estados Unidos”, agregó.