Sector agropecuario reclama soluciones en medio de crisis

Escasez de alimentos y falta de control de inventarios acosan al sector agrícola panameño.

Para el productor Yoris Morales, falta información y planificación.

“Estamos sembrando a los que nos venga en gana. Estamos produciendo a como nos venga en gana. Y estamos produciendo mal”, afirmó.

Este se traduce en un atraso en la inversión y desarrollo del sector. Una mora que suma ya 12 años, según Axel Villalobos del Instituto de Investigación Agropecuaria. Las consecuencias son una caída del sector y una mayor dependencia en la importación para abastecer la demanda nacional.

Una de las grandes falencias es la falta de controles y la violación a las medidas de seguridad. Euclides Díaz, de la Asociación Nacional de Ganaderos, pone de ejemplo el caso de la fiebre aftosa. Para Díaz, los servicios veterinarios de los que depende el sector ganadero en Panamá son severamente deficientes.

Los productores también denuncian este problema en los inventarios de rubros como la cebolla y el ajo. Señalan que se están trayendo productos no reportados y en cantidades desconocidas.

Las propias normativas de la Autoridad Panameña de Seguridad de Alimentos (AUPSA) contiene agujeros legales para los importadores. La misma estipula, por ejemplo, que importación de alimentos no requerirá de permisos, licencia o autorización previa alguna. Esto, a juicio del ganadero Díaz, habilita la entrada al país de productos potencialmente peligrosos para Panamá.

Uno de los productos afectados por malas prácticas es el arroz, pilar fundamental de la dieta panameña. La importación del mismo aumentó de 11.8 millones de kilogramos en 2013 a 95.7 millones de kilogramos en 2015, que representa un incremento considerable según cifras oficiales. Para la cebolla, las importaciones aumentaron de 9.8 millones de kilogramos a 15 millones en el mismo periodo.

Para el Ministro de Desarrollo Agropecuario, Eduardo Carles, el gobierno ha tratado de poner en regla a los importadores inescrupulosos. Sin embargo, reconoce que la dependencia en las importaciones es cada vez mayor.

El sector reclama soluciones a largo plazo y no sólo paliativos. Si no se toman las medidas necesarias para enfrentar la escasez y el cambio climático, obtener la soberanía alimentaria será imposible.

Con información de Antony Martínez.