Nicaragua inicia consulta pública de los estudios para construir un canal interoceánico
Nicaragua inició hoy la primera consulta pública de los estudios de impacto ambiental y social (EIAS) del proyecto del canal interoceánico, construcción que según la concesionaria china HKND Group afectará a 27.000 personas de 6.800 hogares.
El encuentro para realizar la consulta es organizado por la estatal Comisión del Gran Canal Interoceánico y la concesionaria china de la vía acuática HKND Group.
En este participan empresarios, representantes de sindicatos e instituciones estatales, autoridades universitarias y estudiantes, líderes de ONG ambientalistas, entre otros sectores.
"Es uno de los pasos conclusivos para proceder a la aprobación de los estudios presentados", expresó hoy la coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, Rosario Murillo, quien dijo que durante la reunión se abrirán espacios para preguntas al auditorio especializado presente.
"Tenemos nosotros que destacar la seriedad, la responsabilidad con que se desarrollan todas las etapas del proyecto, para dar inicio (...) a la construcción de las obras del gran canal en el tiempo prudencial establecido", apuntó Murillo.
Los EIAS fueron realizados por la firma británica Environmental Resource Management (ERM) y presentados ante la Comisión el 31 de mayo pasado, tras dos años de trabajo.
El subdirector ejecutivo de la empresa, Kwok Pang, aseguró que de toda la población afectada por la construcción del canal, solo 25 hogares son de familias de comunidades indígenas.
El proyecto del canal de Nicaragua consiste en una obra tres veces más grande que la que funciona en Panamá; con 276 kilómetros de largo por 230 a 520 metros de ancho, y 30 metros de profundidad.
La obra partiría al país en dos y atravesaría el Gran Lago de Nicaragua o Cocibolca.
El mismo incluye subproyectos, como un aeropuerto, dos puertos, un lago artificial, dos esclusas, una zona de libre comercio, carreteras, un complejo turístico, así como fábricas de acero y cemento.
El proyecto está valorado por la concesionaria china en 50.000 millones de dólares y requerirá unos 50.000 trabajadores.