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León XIV inició formalmente su pontificado con una misa en la que participaron líderes mundiales y representaciones de diferentes países, que estuvo marcada por ritos, tradiciones y estricto protocolo, además de una serie de gestos y escenas que se robaron la atención y generaron polémica.
Entre los asistentes estaban el vicepresidente de Estados Unidos J.D. Vance y su esposa Usha, que protagonizaron un beso en medio del acto.
Vance encabezó la delegación de Estados Unidos que representó al presidente Donald Trump en la entronización del papa. El vicepresidente se convirtió al catolicismo en 2019, tras ser criado en una familia de cristianos evangélicos. En cambio, su esposa Usha Vance es hindú practicante.
La inesperada escena del beso entre J.D. Vance y su esposa ocurrió durante la ceremonia religiosa y en medio de líderes de más de 150 países, lo que fue captado por los medios que cubrían el evento.
La imagen voló en las redes sociales y, como era de esperar, desató polémica. Hubo quienes catalogaron el gesto como fuera de lugar en medio de la solemnidad del acto y otros que se mostraron a favor de lo que denominaron como una muestra natural entre una pareja que se ama y comparte el importante momento histórico.
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Según una nota de The Economic Times, J.D. Vance y Usha se casaron en 2014, luego de conocerse en la Facultad de Derecho de Yale, donde trabajaron juntos en un proyecto.
Al principio fueron amigos, salieron varias veces hasta que la amistad pasó a una relación romántica. En su obra “Hillbily, una elegía rural”, Vance describió sus sentimientos como “intensos”, según detalla en su nota The Economic Times.
El vicepresidente ha reconocido en varias ocasiones a su esposa, de quien destaca su vida espiritual y personal. Incluso, la fusión de los orígenes religiosos de ambos tuvo un gran impacto en la carrera política de Vance.
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La segunda dama nació en un suburbio de clase trabajadora en San Diego, California; es hija de un ingeniero mecánico y una bióloga molecular, que provienen de Andhara Pradesh, India y se mudaron a Estados Unidos, según una nota de BBC.
Los Vance tienen tres hijos: Ewan, Vivek y Mirabel.
Otro de los momentos que se robó las miradas fue el apretón de manos entre el vicepresidente estadounidense y el presidente ucraniano Volodimir Zelensky, que también acudió a la misa inaugural del pontificado de León XIV.
La última vez que se vieron Vance y Zelensky fue en febrero pasado en la Casa Blanca cuando tuvieron un enfrentamiento en presencia del presidente Trump.
El domingo, ambos se saludaron con una sonrisa ante la mirada del secretario de Estado estadounidense Marco Rubio, que formó parte de la delegación enviada por Trump al Vaticano.
Rubio, que también es católico, arribó anticipadamente a Roma, como parte de los intentos de avanzar conversaciones de paz entre Rusia y Ucrania.