Jamie Lee Curtis revela la humillación que marcó su vida: ‘Me operé por vergüenza’
La actriz, ícono de Hollywood y ganadora del Óscar, ha compartido uno de los episodios más dolorosos y determinantes de su carrera.
En una entrevista con 60 Minutes, confesó que una humillación sufrida en pleno rodaje cuando tenía solo 25 años la llevó a someterse a una cirugía estética, decisión que marcó su vida durante décadas.
“Me dijo: ‘Sí, no la voy a filmar hoy. Tiene ojeras’”, relató Curtis sobre lo que le dijo el director de fotografía Gordon Willis durante el rodaje de la película Perfect (1985). “Tenía 25 años. Que dijera eso fue muy vergonzoso. Así que, en cuanto terminó la película, me hice una cirugía plástica”, añadió.
La actriz, hija de los legendarios Janet Leigh y Tony Curtis, no solo cargó con la presión de una industria que glorifica la perfección, sino que enfrentó un comentario devastador en uno de los momentos clave de su ascenso profesional. Lo que comenzó como una decisión impulsiva para “mejorar su aspecto”, terminó en una lucha personal contra la dependencia a los analgésicos.
Aunque la escena en leotardo que compartió con John Travolta en Perfect se convirtió en una de las más icónicas del cine de los 80, Curtis recuerda la experiencia con mezcla de ironía y tristeza.
“Eso no es algo que uno debería hacer a los 25 o 26 años. Me arrepentí al instante y, en cierto modo, me he arrepentido desde entonces”, confesó.
Más allá del bisturí, lo que realmente afectó su vida fue la dependencia que desarrolló tras la cirugía. “Me enamoré del ‘baño tibio’ que produce un opiáceo. Ya sabes, bebía un poco, nunca en exceso, nunca en grandes manifestaciones públicas. Era muy reservada al respecto. Pero se convirtió en una dependencia, sin duda.”
El analgésico que la atrapó fue el Vicodin, un medicamento opioide que suele recetarse tras procedimientos quirúrgicos. La actriz logró romper ese ciclo y lleva más de 26 años sobria, pero el camino no fue fácil.
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Curtis ha sido una de las voces más críticas de Hollywood contra la cultura de la apariencia y la normalización de la cirugía plástica como “solución mágica”.
“Intenté la cirugía plástica y no funcionó. Me llevó a volverme adicta al Vicodin. Una vez que tocas tu cara, no hay vuelta atrás”, afirmó en una entrevista con Fast Company en 2021.
Hoy, con una madurez conquistada a base de errores, aprendizaje y valentía, la actriz ha encontrado un equilibrio. Incluso ha aprendido a reírse de sus propios íconos. En 2024, recreó con humor su escena en leotardo junto a Jimmy Fallon en The Tonight Show, demostrando que ha transformado la vergüenza en empoderamiento. “Claro que me veo muy bien con un leotardo. Créeme, he visto suficientes fotos mías con ese leotardo que hasta yo digo: ‘¿En serio? ¡Genial!’”
Curtis también ha señalado el impacto negativo de las redes sociales en la salud mental y la percepción del cuerpo, especialmente en los más jóvenes. “Es como darle una motosierra a un niño pequeño. No tenemos idea del efecto a largo plazo, mental, espiritual y físico, que esto tiene sobre los jóvenes”, advirtió.
Su postura no solo la ha convertido en referente de honestidad, sino también en una defensora de la autenticidad en un mundo saturado de filtros y estándares imposibles.
En sus más recientes declaraciones, Jamie Lee Curtis ha dejado claro que ya no busca complacer a nadie. Su lucha por la aceptación personal es también un mensaje poderoso para las nuevas generaciones.
“Estoy intentando adueñarme de quién soy. Tenemos que aceptar lo que somos y también lo que no somos. Y creo que ahí reside mi belleza ahora”, expresó en el programa Today.
Y concluyó con una lección de vida que resume todo su camino: “Llevo sobria mucho tiempo, casi 25 años, y lo mejor que aprendí es que la gente no se alegra cuando dejas de complacerla. Digo lo que pienso, pienso lo que digo, y trato de no decirlo con crueldad”.