John Oliver: '¿Hay algo demasiado aburrido o sensible para reírse? No'
Para el presentador y cómico británico John Oliver, anfitrión de "The Last Week Tonight" en la cadena HBO, no hay ningún tema tedioso o especialmente complicado con el que hacer humor, tal y como asegura en una entrevista con Efe con motivo de la presentación de la sexta temporada de su programa.
"¿Hay algo demasiado aburrido como para reírse de ello? La respuesta es que no. ¿Hay algo demasiado sensible? De nuevo, por el concepto, no. Todo depende de lo que hagas con ese asunto y el cuidado con el que lo trates", explica el comediante que lleva desde 2014 analizado semanalmente de forma satírica la actualidad y cuya sexta temporada se estrena en EEUU el 17 de febrero.
"Si hablas de algo particularmente doloroso, tienes que ser consciente de que el chiste que hagas es valioso y que el objetivo es acertado", advierte Oliver, de 41 años, que afirma no sentirse incómodo con ningún tema en particular.
"Hacemos programas con temas de mierda. Hemos hecho episodios sobre edición genética, seguros por inundación o el fiscal general del Estado", detalla el ganador de varios premios Emmy por su trabajo televisivo.
Sin embargo, para Oliver "nunca es difícil hacer comedia si es tu principal manera de interactuar con el mundo".
Sus shows se caracterizan por una mirada ácida de la actualidad política y mundial, en los que critica por igual a Donald Trump y procesos como el Brexit, o investiga en profundidad asuntos como Facebook y los posibles efectos secundarios de su uso: la polarización de las comunidades.
"A finales de año solemos darnos cuenta de qué clase de temas hicimos: 'oh, mira, hicimos unos cuantos sobre justicia criminal'. O el último show de la pasada temporada, que era una recapitulación de algunas historias sobre el alza del autoritarismo en todo el mundo que habíamos hecho a lo largo del año", cuenta.
Con todo, Oliver no considera que su papel como cómico se confunda y él se convierta en un líder de opinión y su programa en un informativo.
"Creo que has de tener un amplio entendimiento de cómo funciona el mundo antes de ver a alguien riéndose de ello. Esa vieja idea de que la gente joven se informa viendo a John Stewart -otro presentador de televisión estadounidense- creo que solo tiene algo de verdad", insiste.
Por otro lado, su foco en la actualidad hace que muchos de los temas tengan relación con la información más inmediata, a pesar de ser programas de media hora de duración y de emisión semanal.
Uno de sus principales objetivos en los últimos años ha sido -y seguirá siendo- el presidente estadounidense, Donald Trump.
"Lo diferente de esta Casa Blanca en particular es que normalmente para hacer comedia utilizas algo significativo para hacer algo gracioso. Pero con este presidente, que la mayoría de lo que dice no tiene sentido ni contiene nada que él piense o defienda, tienes que dar marcha atrás en tu propio proceso", dice Oliver.
"Tienes que inyectar algo carente de significado y convencer a la audiencia de que es algo que merece la pena escuchar y, entonces, reírte de ello. No es la manera que tiene la comedia de funcionar: tienes que tomar algo serio y hacerlo divertido, no algo cómico y convertirlo en serio", abunda el presentador.
Para Oliver, el desafío de cara a esta nueva temporada es el mismo que las anteriores: "intentar no ser terribles", aunque confía en el equipo con el que cuenta, motivado para hacer lo mejor, y "maximizar su potencial de hacer algo increíble".