Morgan Freeman reveló que casi termina en el hospital grabando “Sueños de libertad”
Hoy, tres décadas después de su estreno, la cinta protagonizada por Freeman y Robbins continúa encabezando listas de las mejores películas de todos los tiempos.
En la historia del cine hay películas que trascienden su tiempo, (The Shawshank Redemption), dirigida por Frank Darabont en 1994, ocupa un lugar privilegiado en esa lista.
Considerada hoy una obra maestra, fue en su momento una producción que pasó desapercibida en taquilla, aunque con el tiempo conquistó a la crítica y al público, llegando a recibir siete nominaciones al Óscar.
Basada en el relato Rita Hayworth and Shawshank Redemption de Stephen King, la cinta explora la amistad entre Andy Dufresne (Tim Robbins) y Ellis “Red” Redding (Morgan Freeman), dentro de una cárcel marcada por la dureza y la injusticia. La interpretación de Freeman, quien dio vida a un personaje que en el libro era un irlandés, aportó una calidez y una humanidad que resultaron decisivas para convertirlo en un clásico del séptimo arte.
Lo que muchos espectadores desconocen es que una de las secuencias aparentemente más simples de la película terminó siendo una de las más exigentes físicamente para Freeman. Se trata de la famosa escena en la que Red charla con Andy mientras lanza y atrapa una pelota de béisbol en el patio de la prisión.
El director Frank Darabont, reconocido por su búsqueda obsesiva de la perfección, ordenó repetir la toma durante nueve horas seguidas. Cada gesto, cada pausa en el diálogo y cada movimiento con la pelota debían sentirse absolutamente naturales. Freeman, entregado de lleno al papel, pasó la jornada entera lanzando y atrapando la bola “una y otra y otra vez”, según relató SensaCine.
El esfuerzo tuvo consecuencias inesperadas: al día siguiente, el actor apareció en el set con el brazo en cabestrillo. “La escena del béisbol parecía sencilla, pero acabó con Freeman ingresado en el hospital”, apuntó el medio. Para el intérprete, que además es zurdo, la lesión representó un reto mayor, aunque nunca se quejó durante la grabación.
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La intensidad de Darabont en la búsqueda de realismo forma parte del legado de Sueños de libertad. Ese empeño convirtió una escena aparentemente trivial en un símbolo del esfuerzo colectivo que exige el cine. “Ni la mejor película merece la lesión permanente de un actor de esta solera”, reconocieron miembros del equipo, al recordar que la entrega de Freeman superó lo que cualquiera esperaba.
Más allá del dolor físico, la secuencia del béisbol encierra la esencia misma de la película: paciencia, resistencia y esperanza. Valores que no solo definen la historia de Andy y Red, sino también la actitud del propio Freeman frente a las adversidades de un rodaje tan demandante.
El éxito de Sueños de libertad también consolidó la importancia de las adaptaciones de Stephen King en el cine. El relato forma parte de la colección Las Cuatro Estaciones, de la que también surgieron otras películas emblemáticas como Cuenta conmigo y Verano de corrupción. La única historia que aún no ha sido llevada a la pantalla es El método de respiración, que en 2012 y 2019 estuvo en planes de producción, pero nunca llegó a concretarse.
Hoy, tres décadas después de su estreno, la cinta protagonizada por Freeman y Robbins continúa encabezando listas de las mejores películas de todos los tiempos. Y aquella agotadora jornada de rodaje en la que Freeman terminó en el hospital es recordada no solo como una anécdota, sino como una muestra del compromiso absoluto de un actor que se entregó por completo a un personaje que ya forma parte de la memoria colectiva del cine.