Whoopi Goldberg revela cómo dejó las drogas en los años ochenta
La reconocida actriz y presentadora de televisión, sorprendió a la audiencia de The View al hablar sin reservas sobre uno de los capítulos más oscuros de su vida.
Whoopi Goldberg habló de su adicción a la cocaína durante los años ochenta. Con una mezcla de franqueza y emoción, la ganadora del Óscar explicó que fue el amor por su hija Alex el motor que la llevó a dejar atrás un consumo que estuvo a punto de costarle la vida.
“Quería poner en orden mi vida por ella”, confesó Goldberg en pleno programa, subrayando que la maternidad le dio la fuerza necesaria para enfrentar un camino de recuperación que no fue sencillo. La actriz recordó que la presión del ambiente en Hollywood y la facilidad de acceso a la droga marcaron una etapa de autodestrucción personal.
El tema surgió cuando el panel discutía la reciente polémica sobre Charlie Sheen y las decisiones que tomó su padre, Martin Sheen, tras la sobredosis del actor. Mientras algunos calificaban la intervención paterna como “una traición”, Goldberg interrumpió para aportar su propia experiencia.
“En su situación, es natural que lo viera como una traición”, señaló, antes de recalcar que “cada adicción es diferente” y que las familias enfrentan el problema de maneras diversas. Para Goldberg, lo esencial en el caso de los Sheen era evitar una tragedia: “No querían, y por suerte no sucedió, que muriera en la calle”.
La presentadora fue más allá, describiendo con crudeza la forma en que una persona adicta manipula a sus seres queridos: “Podemos decir ‘me limpio, no lo haré nunca más’, y al instante quienes nos quieren se preguntan: ‘¿Qué hago ahora?’”. Con estas palabras, dejó claro que la adicción es una lucha compartida, que también desgasta y transforma a las familias.
Goldberg ya había abordado este tema en sus memorias Bits and Pieces: My Mother, My Brother, and Me (2024), donde relató cómo la cocaína llegó a controlar su vida. En el libro reconoció que no necesitaba la desaprobación de su madre para sentirse mal: “Ya estaba bastante decepcionada conmigo misma”.
Uno de los episodios más impactantes que recordó ocurrió en un hotel de Manhattan. Mientras se escondía en un armario para consumir, fue descubierta por una empleada que gritó al verla cubierta de polvo blanco. “No quería morir”, admitió la actriz, explicando que esa imagen frente al espejo la llevó a reconocer la gravedad de su adicción y la urgencia de cambiar.
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Aunque abandonar la droga implicó romper amistades y dejar atrás el mundo de las fiestas, Goldberg asumió el reto con determinación. “Sabía que para recuperarme tendría que cambiar de amigos y dejar las fiestas, pero podía hacerlo”, señaló.
El miedo a perder la vida fue un motor clave, pero la actriz insiste en que su hija Alex fue la razón definitiva para dar el paso. “Quería poner en orden mi vida por ella”, reiteró en The View, emocionando a sus compañeras Joy Behar, Alyssa Farah Griffin, Sunny Hostin y Sara Haines.
Hoy, Goldberg es un ejemplo de superación y de cómo el amor puede convertirse en una herramienta poderosa para vencer las adicciones. Su testimonio no solo rescata su historia personal, sino que también abre la puerta a reflexionar sobre los desafíos que enfrentan miles de familias en silencio.