Edificios del Casco Viejo, un baluarte de la panameñidad
El histórico barrio de San Felipe fue fundado en 1673, luego de la destrucción de la antigua ciudad de Panamá.
La nueva ciudad contaba con una imponente muralla que cumplía dos propósitos: proteger de ataques piratas y separar a la burguesía de la clase baja o arrabaleros.
Hoy, quedan varios edificios que han sobrevivido al paso del tiempo, estructuras que son consideradas patrimonio de la humanidad, pues guardan más que arquitectura, nuestra historia como país.
Pero en el corregimiento de Santa Ana o el arrabal, como era conocido, también hay edificios cargados de historia y esplendor. Pero muchos han desaparecido o están en muy malas condiciones.
En estos muros se guarda también la historia del país más joven de América Latina: en un momento la clase alta emigró y los arrabaleros fueron entrando a San Felipe.
Los nuevos destinos en las primeras décadas de la vida republicana eran los barrios de Bella Vista y La Exposición, que también conservan esa arquitectura clásica neocolonial, hispánica, francesa e italiana.
El presidente Belisario Porras ordenó diseñar y construir un conjunto de edificios en conmemoración de los 400 años del avistamiento del Océano Pacífico.
De ese grupo de nueve edificios que llamó La Exposición solo quedan tres.
Un edificio que data de la época republicana es el de los Archivos Nacionales, construido en 1912.
Otra estructura rica en historia patria y que hoy es intervenido es el Consejo Municipal, construido en 1510.
Con información de Rolando Aponte