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Experta en desarrollo infantil revela la estrategia para fomentar la inteligencia emocional en los niños

Niños

La inteligencia emocional es una de las habilidades más valiosas que un niño puede adquirir para tener éxito en la vida.

Una niña se refresca en una fuente pública de Montpellier este martes. El calor sigue golpeando gran parte de Francia, situación que, según todas las previsiones, se prolongará durante varios días con temperaturas muy altas para esta época del año.
Una niña se refresca en una fuente pública / Foto archivo Efe

Reem Raouda, especialista en desarrollo infantil, comparte con CNBC siete estrategias esenciales que los padres pueden aplicar para cultivar una inteligencia emocional saludable desde temprana edad.

Valorar el silencio emocional

Cuando un niño experimenta emociones intensas, ya sea enojo, tristeza o incluso felicidad, el silencio puede ser una herramienta poderosa. En lugar de intentar resolver inmediatamente la situación, es importante permitir que el niño procese sus sentimientos, mientras se le ofrece apoyo y comprensión. Este espacio de calma es vital para que el niño se sienta acompañado sin la presión de expresar todo de inmediato.

Nombrar las emociones

Una práctica clave para que los niños aprendan a identificar y comunicar lo que sienten es el nombramiento de las emociones. Los adultos deben modelar este comportamiento, compartiendo sus propias emociones de manera abierta y honesta. Al hacerlo, los niños aprenden a normalizar el proceso de nombrar y expresar sus sentimientos, lo cual es crucial para su desarrollo emocional.

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El valor de pedir disculpas

Mostrar a los niños que los adultos también cometen errores y pueden pedir disculpas refuerza la idea de que las relaciones se basan en el respeto mutuo y la capacidad de reparar errores. Pedir perdón no solo fortalece la conexión emocional, sino que también les enseña a los niños a ser responsables de sus acciones y a manejar conflictos de manera saludable.

No forzar modales, sino modelarlos

En lugar de obligar a los niños a decir "por favor" y "gracias", es más efectivo que los padres den el ejemplo. Si un niño ve a sus padres expresando gratitud y cortesía de manera natural, aprenderá a replicarlo sin sentirse presionado. Este enfoque fomenta una comunicación respetuosa y genuina.

Escuchar las preocupaciones de los niños

Es fundamental tomar en serio las preocupaciones de los niños, sin importar lo que parezca trivial desde la perspectiva adulta. Escuchar y validar sus emociones les transmite que sus pensamientos son importantes y que tienen derecho a expresarse, lo que refuerza su autoestima y seguridad emocional.

Fomentar la independencia mediante la toma de decisiones

En lugar de resolver siempre los problemas por ellos, es útil preguntar a los niños: "¿Qué crees que deberíamos hacer?" Esto les da la oportunidad de reflexionar y tomar decisiones por sí mismos, lo cual es esencial para el desarrollo de la autonomía y la confianza en sus habilidades.

Valorar el tiempo de aburrimiento

El tiempo sin hacer nada puede ser tan beneficioso como el tiempo dedicado a actividades estructuradas. Cuando los niños tienen la oportunidad de aburrirse, aprenden a ser más creativos, a regular sus emociones y a resolver problemas de manera autónoma. Este espacio también les ayuda a disfrutar de su propia compañía.

En un contexto de creciente estrés familiar y social, estas estrategias representan herramientas valiosas para el bienestar emocional de los niños. La importancia de relaciones familiares estables y seguras también es destacada por expertos como Healthy Children, quienes subrayan que, además de estas prácticas, existen pilares fundamentales para el desarrollo emocional saludable:

Relaciones seguras y estables

La seguridad emocional proporcionada por una familia estable es esencial para que los niños aprendan a confiar en los demás y gestionar sus sentimientos. Establecer rutinas, como las comidas familiares y las rituales de hora de dormir, contribuye a un ambiente predecible y enriquecedor.

Juego y tiempo libre

El juego es una herramienta poderosa para el desarrollo emocional. Los niños pueden explorar sus emociones incluso antes de tener las palabras para expresarlas. Además, al tener tiempo libre para jugar de manera libre y creativa, desarrollan habilidades de resolución de problemas y autorregulación.

Crianza positiva

El establecimiento de límites claros y la disciplina positiva son esenciales para enseñarles a los niños a gestionar su comportamiento de forma saludable. El uso de un enfoque de "narración deportiva" y el reconocimiento de comportamientos positivos son estrategias clave en este proceso.

Comunicación abierta

Fomentar un ambiente en el que los niños se sientan cómodos compartiendo sus pensamientos y sentimientos es vital para su desarrollo emocional. La escucha activa y las conversaciones abiertas, incluso en momentos informales como mientras se lavan los platos o en paseos, ayudan a crear una conexión profunda y saludable entre padres e hijos.

Además de estas prácticas, también se debe apoyar a los niños en el desarrollo de relaciones sociales positivas, ya sea en la escuela, actividades extracurriculares o en su comunidad. La empatía, el respeto y la aceptación de los demás son habilidades que se fortalecen al interactuar con diferentes personas y culturas.

Fomentar estas estrategias no solo contribuye a una mejor salud mental para los niños, sino que también les proporciona herramientas para enfrentar los desafíos de la vida con resiliencia, compasión y autoconfianza.

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