Hallan el contrato laboral más antiguo del mundo ¿Cuánto pagaban?
El documento, grabado en una tablilla de arcilla y fechado hacia el año 2100 a. C., fue encontrado en Lagash, una ciudad de la antigua Mesopotamia situada en lo que hoy es el sur de Irak.
En una excavación arqueológica que podría reescribir el origen de las relaciones laborales, expertos del Museo Pérgamo de Berlín descubrieron lo que sería el contrato de trabajo firmado más antiguo del que se tenga registro.
El texto, escrito en cuneiforme sumerio, narra un acuerdo entre un terrateniente y un jornalero agrícola que debía trabajar en los campos de cebada. A cambio de sus servicios, recibiría una parte de la cosecha como forma de pago.
Lo más sorprendente es que ambas partes firmaron el contrato, una práctica que ya entonces ofrecía garantías y dejaba constancia formal del acuerdo.“Lo notable no es solo su antigüedad, sino su estructura: define el trabajo a realizar, el método de compensación y las firmas de quienes participaron”, explicó un portavoz del Museo Pérgamo.
Este contrato no menciona monedas ni tasas fijas. En aquella época, el dinero aún no existía como sistema universal, por lo que los intercambios se realizaban por trueque: un producto o servicio a cambio de otro bien, pactado previamente. En este caso, la cebada fue la moneda simbólica que unió al empleador y al trabajador.
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Lejos de ser un hecho aislado, este tipo de acuerdos demuestra que incluso en las civilizaciones más tempranas, existía un profundo sentido de responsabilidad legal y moral en los intercambios de trabajo.“Desde hace más de 4.000 años, las sociedades entendieron que documentar los compromisos laborales ofrecía protección a ambas partes”, comentaron los arqueólogos.
El hallazgo no solo resalta la antigüedad del contrato, sino también su función como herramienta de seguridad jurídica, mucho antes de la existencia de sistemas laborales modernos.
En Mesopotamia, siglos después de este contrato, surgió el Código de Hammurabi (c. 1754 a. C.), uno de los cuerpos legales más antiguos del mundo. Este código regulaba prácticas contractuales como:
- Préstamos con intereses
- Arrendamiento de tierras
- Contratación de servicios
- Obligaciones por incumplimiento
Los contratos se grababan en arcilla, con testigos o funcionarios que validaban los términos, y formaban parte integral del desarrollo económico de la región. La tradición contractual dio un salto técnico y filosófico con la antigua Roma, donde el derecho evolucionó hacia estructuras jurídicas complejas y específicas. Aparecieron términos aún vigentes:
- Mutuum: préstamo sin intereses
- Emptio venditio: compra-venta
- Locatio conductio: arrendamiento de cosas, servicios o trabajo
Los contratos en Roma exigían fórmulas verbales precisas, y su validez no solo era legal, sino también moral, regida por principios como la fides (buena fe) y la obligatio (obligación ética y jurídica). “El contrato no era solo una herramienta económica, sino un reflejo de los valores que sostenían la estructura social”, destacan historiadores del derecho romano.
El hallazgo en Lagash no es solo un documento arqueológico: es el antecedente más antiguo de una práctica que atraviesa siglos y civilizaciones. Desde la arcilla mesopotámica hasta las firmas digitales de hoy, la necesidad de registrar y respetar acuerdos laborales ha sido un pilar invisible pero esencial del progreso humano.
Y aunque hayan pasado más de 40 siglos desde que aquel jornalero firmó para trabajar un campo de cebada, su gesto todavía resuena en cada contrato que garantiza derechos, obligaciones y dignidad laboral en el siglo XXI.
Este sería el contrato laboral más antiguo: cuáles eran las laborales y cuánto pagaban. 🤔
— Portafolio (@Portafolioco) July 6, 2025
El increíble hallazgo tiene firma y estaría fechado del año 2100 antes de Cristo.
Detalles. ⬇️https://t.co/bw6yAost9V