Beyoncé sufre aterrador momento en pleno concierto: “Si me caigo, sé que todos me atraparán”

La superestrella mundial Beyoncé estuvo a punto de protagonizar un accidente en vivo durante el primero de sus dos conciertos de la gira Cowboy Carter en el NRG Stadium de Houston el 28 de junio. Mientras interpretaba “16 Carriages”, la artista de 44 años quedó suspendida en el aire a bordo de un auto volador que sufrió un fallo técnico en pleno vuelo.

En un video que se viralizó rápidamente en TikTok, se observa cómo el vehículo comienza a inclinarse peligrosamente mientras sobrevolaba al público. Beyoncé, interrumpiendo abruptamente su interpretación, repitió con firmeza en el micrófono: “Para, para, para”. Tras unos segundos de tensión, la música se detuvo y la artista permaneció suspendida en el aire, sonriendo con serenidad al público que respondió con aplausos y vítores.

“Gracias a todos por su paciencia”, expresó con calma mientras el sistema de elevación comenzaba a bajarla lentamente al centro del estadio. Ya de nuevo sobre el escenario, Beyoncé tranquilizó a sus fanáticos con una frase que resume su confianza en el vínculo con su audiencia: “Si alguna vez me caigo, sé que todos me atraparán”.

Este incidente no ha sido el único obstáculo técnico que la cantante ha enfrentado durante la gira Cowboy Carter. En una presentación anterior en el SoFi Stadium de California, la intérprete de “Crazy in Love” fue vista buscando su marca exacta sobre el escenario justo antes de comenzar el segmento de “Cozy”. El espectáculo, que incluye estructuras robóticas que se posicionan alrededor de su cuerpo, casi se ve comprometido cuando Beyoncé notó que su marca en el suelo había desaparecido. Aunque visiblemente confundida, logró completar la secuencia con precisión, evitando ser golpeada por los brazos robóticos que se movían milimétricamente.

La situación generó preocupación entre los fans. “No deja de mirar al suelo con incredulidad”, escribió un usuario en TikTok. Otro comentó: “Es un grave peligro para la seguridad. Me alegro por haber dado en el blanco”.

A estos incidentes se suma otro momento tenso ocurrido el mes pasado cuando su hija, Blue Ivy Carter, de 13 años, casi se ve involucrada en un accidente escénico. Mientras compartía el escenario con su madre, uno de sus pendientes se soltó y estuvo a punto de engancharse con el cabello de Beyoncé. Afortunadamente, el contratiempo fue evitado.

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En otra presentación, esta vez en Londres el pasado 5 de junio, Beyoncé tuvo que ajustar discretamente sus chaparreras doradas en pleno show. El vestuario comenzó a deslizarse mientras caminaba entre sus bailarines durante la interpretación de “I’m That Girl”. La artista reaccionó rápidamente, acomodando el atuendo sin perder el ritmo ni desviar su atención del público.

A pesar de estas complicaciones técnicas, Beyoncé ha demostrado una y otra vez su profesionalismo, temple y dominio escénico. Ni los autos voladores defectuosos, ni los marcos robóticos desalineados, ni las prendas rebeldes han conseguido opacar su capacidad para transformar cualquier imprevisto en una demostración de control, elegancia y conexión con su audiencia.

Con más de dos décadas en la cima de la industria musical, la cantante, madre de Blue Ivy y de los gemelos Rumi y Sir, junto a su esposo Jay-Z continúa consolidando su legado, incluso cuando los riesgos escénicos ponen a prueba su temple. Como ella misma dijo, con una sonrisa desafiante y la confianza de una artista que conoce su impacto: “Si alguna vez me caigo, sé que todos me atraparán”.