J Balvin rompe los mitos y habla sobre ansiedad, depresión y la presión de ser famoso
A sus 40 años, el artista decidió abrirse sobre un tema poco abordado en la industria musical: la salud mental de los artistas.
El cantante colombiano J Balvin, reconocido por su éxito internacional, compartió la realidad detrás de la imagen pública de perfección que suele rodear a celebridades. Su testimonio busca desmitificar la idea de que el éxito garantiza felicidad y animar a sus seguidores a cuidar su bienestar emocional.
Durante la entrevista, Balvin subrayó que la fama no inmuniza contra trastornos como la ansiedad o la depresión: “Puede parecer que nuestra vida es perfecta, pero eso no es real. Todos somos humanos, todos pasamos por cosas”.
El artista explicó que, a pesar de vivir rodeado de lujo y reconocimiento, los desafíos emocionales son constantes. “Ser una celebridad hizo que fuera casi más difícil ser honesto sobre lo que me estaba pasando”, comentó, refiriéndose a la presión de mantener una fachada de éxito y alegría frente al público.
Para Balvin, uno de los elementos clave para manejar la ansiedad es desconectarse de las redes sociales. Señala que estas plataformas pueden distorsionar la realidad y generar comparaciones dañinas: “Deja el teléfono, aléjate de las redes sociales. Distorsionan mucho las cosas, te hacen sentir que todos lo tienen todo resuelto, y eso puede trastocarte. Empiezas a comparar y pierdes de vista tu propio camino”.
En lugar de centrarse en la percepción externa, el cantante invita a enfocarse en momentos auténticos y cotidianos, como una conversación con un amigo o una cena familiar. “Cuanto más los percibes, más importantes empiezan a ser”, afirma, destacando que estos instantes permiten reconectar con lo esencial y sostener el equilibrio emocional.
Balvin también compartió su experiencia antes y después de recibir un diagnóstico formal de depresión y ansiedad. Recuerda que durante mucho tiempo vivió en un estado de confusión: “Antes, incluso de que me diagnosticaran depresión y ansiedad, todo era oscuro. Ni siquiera sabía qué me pasaba por la cabeza. Recibir ese diagnóstico fue un alivio, porque me dio un nombre para lo que estaba luchando”.
El artista considera que ponerle nombre al malestar fue un paso fundamental para comprender sus emociones y buscar apoyo. En este proceso, reconoce que abrirse con los seres queridos y hablar con sinceridad sobre lo que se siente puede transformar la experiencia emocional y aliviar la sensación de carga.
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“Quienes te quieren, quieren ayudarte, así que dales una oportunidad”, aconseja. La relación entre la salud mental y física también es un eje central en su enfoque. Balvin resalta la importancia del ejercicio como herramienta para liberar estrés y gestionar la ansiedad: “Gran parte de controlar la ansiedad reside en comprender que la salud mental y la física van de la mano. Realmente no se puede tener una sin la otra. Estar activo es una válvula de escape para mí; me ayuda a liberar mucho del estrés que llevo”.
Con su relato, J Balvin busca humanizar la vida de los artistas y mostrar que la vulnerabilidad es universal, independientemente de la fama o el éxito. Su mensaje principal enfatiza la necesidad de autenticidad, autocuidado y apoyo mutuo, recordando que los desafíos emocionales son parte de la experiencia humana y no un signo de debilidad.
El testimonio de Balvin llega en un momento en que la conversación sobre salud mental en la industria musical se vuelve cada vez más relevante, ofreciendo un ejemplo de apertura y honestidad que puede inspirar a fans y colegas a priorizar su bienestar emocional y romper el estigma asociado a la ansiedad y la depresión.