La pasarela española se pone romántica
Un halo romántico tiñe la pasarela española en la segunda jornada de la Madrid FashionWeek, propiciado por diseñadores como el argentino Roberto Torretta, el creador de origen venezolano Hannibal Laguna y la internacional Amaya Arzuaga.
La colección de Torretta ha comenzado su viaje sobre la pasarela con el romántico rosa palo, y ha terminado con el evocador binomio en negro y blanco, pasando por el rojo español y el tejido masculino príncipe de gales.
Como es habitual es sus diseños, Torretta trabaja el cuero para confeccionar faldas y 'tops' en negro: "Trabajo prendas femeninas, pero me gusta incluir notas canallas", dice este diseñador que por primera vez ha subido a la pasarela un cautivador vestido de novia compuesto por falda y cuerpo de guipur, adornado con un velo muy corto.
Amaya Arzuaga ha tomado el testigo romántico, con una exhibición de vestidos de volúmenes imposibles, inspirados en los edificios de Eero Saarinen.
Las líneas puras del arquitecto finlandés han elevado los volúmenes de cuellos, mangas y faldas, de la creadora española hasta desdibujar, en algún caso, la silueta tradicional del vestido.
"Es mi colección más romántica, he trabajado tejidos muy tecnológicos y los he acompañado con tules y neopreno", detalla la diseñadora, que en esta ocasión ha presentado superposiciones, volantes y plisados, para delimitar la silueta.
La creadora ha reconocido que, desde la llegada de la crisis, sus ventas en España se han incrementado, pero China, Singapur y los países árabes, son sus mercados más potentes.
El diseñador de origen venezolano Hannibal Laguna, más romántico de lo habitual e influenciado por símbolos la cultura española, ha creado "Azabache", una serie de vestidos de noche que exhalan costura clásica, manufactura artesanal, y están armados con tejidos nobles como el tul y el encaje, acompañados la pedrería.
Tras su paso por los "showroom" de Nueva York, la diseñadora Ana Locking ha vuelto un año más a la pasarela madrileña con una colección "más romántica que nunca".
"Es importante recordar que todo lo que hay en la vida es caduco, la muerte lo hace en momentos puntuales, y eso, irónicamente, nos hace valorarla", señala Locking, que se ha dejado guiar por esta reflexión en "Foreva", una de las colecciones más destacadas hoy en la segunda jornada de la Madrid Fashion Week.
Medio centenar de salidas, una decena de hombre, han dibujado un minucioso retrato de la compleja reflexión de Locking, la candidez marcada de una falda con volantes rosa, acompañada por una blusa nude, era confrontada por el naranja butano de un sinuoso vestido en tela plisada.
Románticos también han sido los coquetos volantes que adornan una falda teñida en rosa empolvado así como los pequeños lazos que adornaban sus bolsos.
De los patrones románticos de Ana Locking, la pasarela ha virado hacia la sensualidad de la lencería de Andrés Sarda.
Los safaris, las tribus africanas y la fauna del continente negro han servido a la firma para construir prendas lenceras y de baño, en las que ha mezclado tejidos y texturas hasta ahora alejados del mundo lencero, como el tejido de sahariana o el PVC.
Un guardarropa imaginario dirigido a una mujer de gusto sofisticado y adicta a la aventura, que, por un lado se tamiza para comercializarse y, por otro seduce a celebrities internacionales como Lady Gaga, Beyonce, Madonna, Monica Bellucci.
Sujetadores con estampado de leopardo, trikinis con plumas de avestruz, falditas playeras con flecos y abalorios tribales, son las propuestas más recatadas y contenidas.
Ligueros en tonos "nude", "bodys" de encaje, monos de lentejuelas y piezas con sugerentes transparencias, muestran el lado más salvaje y sexi de la mujer Andrés Sardá.
Siempre teatral y vistoso, el desfile cerró con una propuesta coral formada por cinco modelos vestidas con lencería negra y arropadas con sugerentes velos, que representaban "la sensualidad y poder de las diosas africanas", según Núria Sarda, directora de la firma.